El reparto de 'El tambor del Bruch'.

El amor patrio en la pantalla

Se estrenó en el María Cristina 'El tambor del Bruch', una cinta protagonizada por Ana Mariscal y declarada 'de interés nacional'

Viernes, 9 de junio 2023, 01:41

1948. Hace 75 años.

Los mitos históricos del siglo XIX también sirvieron para alimentar las ideas de la posguerra. Muestra de ello fue 'El tambor del Bruch', estrenada en Gijón hace ahora 75 años. A la cinta, por si aún quedaban dudas de su tendencia, la habían declarado 'de interés nacional'. Narraba el episodio legendario de los somatenes del Bruch, «encendidos en amor patrio en 1808 para rebelarse contra el invasor». Protagonizándola una de las actrices más populares de la época, Ana Mariscal. En la cinta había amor, patriotismo, moral cristiana y, entrelazada en todas esas cosas, también la leyenda del tambor del Bruch.

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Narra el mito que cuando Duhesne, general francés, entró en Cataluña, a pocos días de estallar la guerra de la Independencia, el pueblo se resistió al gigante francés, y que uno de aquellos episodios de resistencia fueron dos, a falta de una, batallas en Bruch. En pleno combate, el sonido producido por un tambor y amplificado por el eco que generaban las paredes de Montserrat habría hecho temblar de miedo al ejército napoleónico, que atribuyó el ruido a la resistencia de muchos más soldados españoles de los que realmente eran. De aquella película de 1948 habría un 'remake', ya en democracia, protagonizado por Jorge Sanz.

'El tambor del Bruch', lejos de sus evidentes tintes nacionalistas -«es digna de aplauso por el aliento patriótico que emana», se decía en la publicidad- fue de lo más cerca que el cine español estuvo de hacer súper producciones por aquel entonces. Ayudó la colaboración del ejército, del de verdad, para las escenas bélicas, y la figura de Ana Mariscal, encumbrada a musa popular tras haber protagonizado, años atrás, 'Raza', la película que guionizó el propio Franco. «Todo el mundo pondera la belleza, el interés y la amena movilidad de la magnífica película española 'El tambor de Bruch'», rezaban los anuncios, y presentaban como un nuevo y rutilante galán a Carlos Agostí. En la gran pantalla, el amor patrio y el sonido terrible de un tambor adquirían proporciones épicas. En la vida real, en cambio, pinchó. En pocos años Mariscal y Agostí se marcharían a Latinoamérica y la leyenda, en fin: los mitos... nunca son de verdad.

1948. Hace 75 años.

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