El sonido conquista Gijón
En el Teatro Jovellanos se presentó el micro fonógrafo de Edison, con grabaciones de voz, música y cantares populares
Miércoles, 12 de abril 2023, 01:57
1898. Hace 125 años.
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No hacía tanto tiempo -fue en 1896- que el cinematógrafo había aterrizado en Gijón. Parecía aún cosa de magia que las imágenes en movimiento se pudieran observar con tanta nitidez cuando, hace estos días 125 años, descubrimos que también el sonido podía viajar de un continente a otro y reproducirse con toda la precisión con la que lo hacía el micro fonógrafo Edison Bettini, «aparato desconocido en esta villa», decía EL COMERCIO, hasta ese entonces. Ocurrió en el teatro Jovellanos, aunque con menos asistencia de la que cabía esperar. «Dada la baratura de tan culto espectáculo», nos sorprendíamos, «es extraño que el público no haya acudido al teatro en mayor número que lo hizo».
Ya llegaría. El que ahora se presentaba en Gijón, de la mano del señor Minuesa, era un espectáculo que combinaba las imágenes en movimiento del cinematógrafo Lumière y el micro fonógrafo Edison Benetti, y que obtuvo en el respetable gijonés una reacción de lo más positiva. Llamó la atención, según recogemos en nuestra crónica, «por lo bien que se oyen en todo el local, hasta en las localidades más altas, los recitados que repite y los trozos de música y cantares populares, que entusiasman al auditorio».
Había mejorado mucho, además, la proyección de las imágenes, que hasta la fecha no se habían presentado «con la perfección y arte con que las presenta el señor Minuesa, que merced a las excepcionales y científicas condiciones que como director del aparato reúne, ha sido rogado para dar hoy una sesión en el Colegio de los Reverendos Padres Jesuitas».
El germen del cine sonoro
El programa, también publicado por EL COMERCIO, era todo un ramillete de escenas sin conexión entre ellas: cuplés 'de cocineros', solos de cornetín, una carga de caballería, la famosa salida de la fábrica de los obreros de la Lumière, una batalla de nieve, imágenes de la Puerta del Sol de Madrid, un espectáculo de malagueñas, el sonido de las campanas de San Pablo de Londres o la voz de una 'viejecita'. Todo junto, bajo el paraguas del progreso, fue el germen del cine sonoro, al que aún le faltaban por nacer, oficialmente, más de tres décadas. Bienvenido fuera.
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