Todo lo que tienes que saber para ir a la playa con tu perro en Asturias
Es uno más de la familia y en Asturias hay varios arenales en los que poder disfrutar con ellos, eso sí, con una serie de recomendaciones y cumpliendo las normas
pilar fonseca
Jueves, 21 de julio 2022, 01:34
El plan de pasar un día de playa en verano es perfecto y si además queremos llevar a nuestro perro a la playa es aún más redondo siempre que se tengan en cuenta algunas precauciones y previsiones, y por supuesto se sigan las normas de las distintas administraciones para evitar cualquier posible problema a nuestro fiel amigo, a nosotros, al entorno y al resto de personas que estén allí también.
Lo primero es el desplazamiento que puede que no le demos la importancia que merece, los datos que manejan en la Dirección General de Tráfico dicen que más de la mitad de los conductores vive situaciones de riesgo por no llevar a sus animales bien sujetos cuando se desplazan con ellos en sus vehículos.
¿Qué debo cumplir para que mi perro pueda ir a la playa?
Uno de cada cinco viajeros lleva a su mascota sin ningún sistema de protección, algo que no sólo es muy peligroso, sino que además conlleva una sanción de hasta 100€.
La normativa de tráfico dicta que los animales deben estar bien sujetos al vehículo, pero no con su correa habitual ya que esta no es un sistema de retención y puede suponer un riesgo importante de lesiones tanto para el animal como para el resto de ocupantes del vehículo.
Existen numerosos sistemas de retención y sujeción disponibles, desde arneses de uno o dos anclajes, hasta transportines en el suelo o en el maletero, la elección suele depender, en la mayoría de los casos, del tamaño del animal.
Además y como es lógico, los dueños del perro deben llevar encima la documentación del animal en regla y aquellos perros de razas que estén catalogadas como «potencialmente peligrosas» deben llevar el bozal puesto y mantenerse atados en todo momento.
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Tanto en la playa como en el parque o en la calle, los dueños de los perros son los únicos responsables de recoger los excrementos de su animal y de que estos no molesten al resto de los usuarios. Y por supuesto, el animal debe estar desparasitado, con las vacunas correspondientes al día y con su chip reglamentario.
Playas de Asturias para perros
¿A qué playa nos vamos?
Teniendo en claro la normativa para llevar a nuestro amigo de cuatro patas correctamente en el vehículo llega el momento de elegir entre las seis playas disponibles en Asturias a las que podemos acudir con nuestro animal de compañía.
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Cuidados y precauciones
La crema protectora nos debe acompañar y no sólo a los humanos, también a nuestro perro. Algunas de las zonas de la piel de los perros no están protegidas por el pelaje por lo que se debe aplicar periódicamente crema protectora cuando los llevamos a la playa.
Es verdad que ya existen en el mercado cremas solares específicas para ellos pero por si no encuentras, siempre se puede utilizar nuestra crema habitual para humanos a partir, eso sí, de un factor SPF 30.
Hay que ser especialmente cuidadosos con los perros de pelaje blanco y nariz rosada porque son muy sensibles a la radiación solar.
Es importante tener en cuenta que tu perro no suda, ninguno lo hace. Eliminan el calor a través de su respiración y por las glándulas sudoríparas de sus pezuñas. Si el calor es excesivo el perro puede llegar a sufrir taquicardias, salivación excesiva, lengua pegajosa e incluso, en los casos más graves puede llegar a perder el conocimiento.
El golpe de calor es uno de los problemas que más pueden sufrir nuestros perros en verano, sobre todo los más jóvenes y los de mayor edad, los de pelo largo y perros con problemas de peso.
Para evitar que puedan llegar a quemarse las almohadillas de sus patas es mejor evitar los paseos en las horas centrales del día por la arena de la playa.
Y hablando de arena, a los perros en general les encanta buscar objetos en la arena, escarbar, hacer agujeros, todo puede ser muy divertido para ellos hasta que encuentran un anzuelo que en la playa no es difícil que ocurra, una colilla de un cigarro o un cristal de alguna botella que se rompió hace tiempo y había quedado enterrada. Hay que tener cuidado con ello.
A algunos perros les atrae comer arena pero eso puede llegar a ser peligroso para su sistema digestivo. Sí tras un día de playa notas que no tiene hambre cuando habitualmente si la tiene, puede que sea síntoma de que en la playa ha comido demasiada arena y quizás debas hacer una visita al veterinario para prevenir problemas mayores.
Algo que damos por hecho es que nuestro perro sabe nadar por instinto y siendo verdad también lo es el que cada año aparezcan muchos ahogados en nuestras costas cuando hay fuerte oleaje. El sentido común también hay que aplicarlo con nuestras mascotas, si el mar está peligroso, si tu no te bañarias, no dejes que tu perro se bañe porque es tan peligroso para los humanos como para los canes.
¡Ojo con las picaduras!
Sí, porque si hay medusas en la playa también pueden picar a tu perro. Es importante que ante la curiosidad innata que tienen los perros por lo desconocido se lleven una picadura en el morro de alguna medusa pero la barriga o algunas zonas de la cara son muy sensibles y puede ser muy fácil que les piquen también por ellas.
Si lamentablemente le ha picado una medusa enjuágale rápidamente la zona con agua fresca y no dudes en llevarlo al veterinario para que le pueda poner un tratamiento cuanto antes.
También puedes hacerlo al revés y antes de pasar el día en la playa con tu perro visita a su veterinario para que te indique una crema que trate las picaduras de medusas, para prevenir.
Otra que puede aparecer es la picadura de la garrapata que con las altas temperaturas reactiva su metabolismo lo que potencia su reproducción y su asentamiento pero no solo sobre los animales sino también en las personas por lo que hay que llevar especial cuidado.
En los últimos 15 años se han triplicado los casos de hospitalizaciones en nuestro país por culpa de los efectos nocivos de la picadura de la garrapata según el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.
Las revisiones frecuentes a nuestra mascota son imprescindibles para prevenir posibles problemas y después de un día en la playa la revisión es necesario que sea un poco más exhaustiva incluso de lo habitual.
Los médicos señalan a este respecto que sí podemos aventurarnos a retirar la garrapata por nosotros mismos tirando suavemente de ella, pero lo más seguro siempre es contactar con profesionales que nos aseguren que se ha realizado perfectamente y que puedan plantear un tratamiento posterior si fuera necesario.
La extracción de las patas de la garrapata es muy importante, es conveniente primero aplicar alcohol en la zona y después limpiar muy bien con agua y jabón para que no quede ningún resto del animal sobre la piel.
La picadura de la garrapata puede inflamarse por lo que es conveniente aplicar frío una vez extraído el parásito y utilizar algún antiinflamatorio común. Si no se alivia la zona con ello o se produce un empeoramiento, habrá que buscar un profesional de la salud para que proceda como sea más conveniente.