¿Es realmente bueno darse baños de agua fría?
Está muy extendida la creencia de los beneficios que tiene para la salud sumergirse en agua fría, da igual la estación del año. Investigadores noruegos han realizado una revisión científica y han extraído conclusiones muy interesantes al respecto
Son muchas las personas que creen a ciegas en los beneficios de los baños de agua fría. Sin ir más lejos, en Gijón un grupo de personas se reúnen a diario, desde hace décadas, para darse un baño a las 8:30 de la mañana en la escalera 2 de la playa de San Lorenzo y, como es de imaginar, el agua no estará precisamente caliente ni a esas horas, ni en ciertos meses del año.
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Los baños de agua fría también son un pasatiempo popular en los países nórdicos y, para conocer hasta qué punto tiene beneficios para la salud esta práctica, investigadores noruegos han realizado una revisión científica que han publicado en el 'International Journal of Circumpolar Health'.
De los 104 estudios que analizaron, los autores aseguran que muchos demostraron efectos significativos de la natación en agua fría, por ejemplo, en las grasas «buenas» que ayudan a quemar calorías lo que hace que pueda ser una buena práctica para proteger contra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. «Darse un chapuzón en agua fría puede reducir la grasa corporal 'mala' en los hombres y reducir el riesgo de trastornos como la diabetes», sugiere la investigación.
Sin embargo, han encontrado un 'pero'. Gran parte de la investigación disponible se realizó con un pequeño número de participantes, a menudo de un solo género, y con diferencias en la temperatura del agua y la composición de la sal. Datos que hacen que no tengan claro «si los nadadores de invierno son naturalmente más saludables o no», señala el equipo de expertos autores de la revisión de la UiT The Arctic University of Norway y del University Hospital of North Norway.
A este respecto, el autor principal del estudio, James Mercer, de UiT, asegura que «está claro que existe un apoyo científico cada vez mayor de que la exposición voluntaria al agua fría puede tener algunos efectos beneficiosos para la salud. Muchos de los estudios demostraron efectos significativos de la inmersión en agua fría en varios parámetros fisiológicos y bioquímicos. Pero la cuestión de si estos son beneficiosos o no para la salud es difícil de evaluar».
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La conclusión que se desprende de esta revisión es que muchos de los beneficios que se afirma que tiene la exposición regular al frío pueden no ser causales, es decir, pueden explicarse por otros factores como un estilo de vida activo, un buen manejo del estrés, interacciones sociales y tener una mentalidad positiva. «Sin más estudios concluyentes, el tema seguirá siendo objeto de debate», advierten.
¿Son reales los beneficios asociados a bañarse en agua fría?
Las personas que apuestan por realizar una inmersión regular en agua fría aseguran que presentan pérdida de peso, un aumento de la líbido y una mejor salud mental.
Para realizar esta revisión con la que pretendían determinar los efectos que tiene para la salud la exposición voluntaria al agua fía, se excluyeron los estudios en los que los participantes utilizaban trajes de neopreno, los que realizaban una inmersión accidental en el agua helada o los que lo hacían en temperaturas superiores a los 20 grados centígrados.
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Por otro lado, los temas en los que se centraron para realizar esta revisión incluían inflamación, circulación sanguínea, tejido adiposo, sistema inmunológico y estrés oxidativo.
Durante la revisión una de las principales observaciones es que sumergirse en agua fría tiene un gran impacto en el cuerpo que desencadena una respuesta de choque, como una frecuencia cardíaca elevada. Algunos de los estudios revisados proporcionan evidencia de que los factores de riesgo cardiovascular mejoran en nadadores que se han adaptado al frío, sin embargo, otros sugieren que la carga de trabajo del corazón aumenta.
Por otro lado, el análisis proporcionó datos sobre los vínculos positivos entre esta práctica y el tejido adiposo marrón (BAT), un tipo de grasa corporal 'buena' que se activa con el frío y quema calorías para mantener la temperatura corporal.
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Otro dato interesante es que los baños repetidos en este tipo de agua durante los meses más fríos, aumentaron significativamente la sensibilidad a la insulina y redujeron sus concentraciones. Un hecho que se dió tanto en nadadores experimentados como en los que no tenían experiencia.
En resumen, la principal conclusión es que los investigadores sí destacan los beneficios, al menos los que se han comentado, pero advierten de la importancia de educar sobre los riesgos que un chapuzón en agua helada puede acarrear para la salud como hipotermia, problemas cardiacos y pulmonares que pueden estar relacionados con el 'shock' inicial del frío.
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Baños de hielo como ritual de belleza
La aplicación del frío se ha popularizado mucho dentro del ámbito de la belleza, ejemplo de ellos son los mini frigoríficos para guardar cosméticos o las herramientas que se utilizan en frío como el rodillo de jade o los antifaces con hielo para desinflamar las ojeras, y es que, uno de sus efectos más conocidos es el antiinflamatorio.
Esta asociación con el bienestar y la belleza ha hecho que numerosas celebrities apuesten por esta práctica como terapia física y mental y son varios los usuarios que, a través de TikTok, se han unido a los baños de hielo.
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Esta práctica nació como una terapia deportiva, llamada crioterapia, y consistía en sumergirse en una bañera de agua helada, a una temperatura de entre 10 y 15 grados, durante 15 minutos como máximo, tras realizar una sesión de ejercicio. El objetivo era acelerar la recuperación muscular algo que todavía a día de hoy no está demostrado, de hecho hay estudios que lo refutan y otros que aseguran que no es cierto.
Más allá de utilizarla como terapia física, son muchas las personas que creen en su beneficio para la salud mental. Creen que podría ser una buena solución para la ansiedad, la depresión o el estrés, sin embargo, los expertos aseguran que no hay ninguna evidencia científica ni estudio publicado que acredite esto.
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De lo que sí hay bastantes evidencias es de los daños que puede causar esta práctica en personas que padezcan ciertas patologías o si no se realiza de una forma correcta como ya se ha citado. Por ello, si se va a seguir esta práctica, es muy importante no meterse directamente en agua helada sino comenzar por agua tibia e ir adaptándola para que el cuerpo no sufra el impacto de golpe.
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