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De momento estamos perdiendo la guerra contra la crisis ecológica, pero no hay que tirar la toalla Fotolia

Qué hacer dentro y fuera de casa para frenar la crisis climática

En el día a día, en las rutinas diarias, hay pequeños gestos que tienen mucha importancia si, entre todos, los ponemos en práctica. Alguno seguro que ya lo hacemos pero quizás haya otros que aún no

Pilar fonseca

Lunes, 4 de julio 2022, 04:23

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«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden llegar a cambiar el mundo» da igual si la frase la dijo por primera vez el gran Eduardo Galeano o no, el caso es que sigue vigente al cien por cien si hablamos de frenar la crisis climática en la que estamos inmersos.

Es verdad que, como bien dice Anders Wijkman, copresidente del Club de Roma y ex-eurodiputado sueco, de momento estamos perdiendo la guerra contra la crisis ecológica. Pero no por eso hay que tirar la toalla.

Hay sencillos gestos que pueden significar mucho más de lo que pensamos sobre todo si los adoptamos como hábito en nuestra rutina diaria.

Medidas dentro de casa

Se lo decimos a los niños, pero a veces hay que recordárselo también a los adultos: hay que reducir el consumo de agua y sobre todo, no tenemos derecho a malgastarla por lo que hay que:

- Cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes.

- Ducharse mejor que bañarse.

- Usar correctamente el inodoro.

- Reutilizar el agua todo lo que sea posible.

- Asegurarse de que los grifos de la casa no tienen pérdidas.

- Llenar bien el lavavajillas y la lavadora cuando se va a usarlos.

- Lavar las frutas y las verduras en un recipiente.

Niégate a seguir usando bolsas de plástico aunque las ofrezcan en algunas tiendas.

Plantéate si en tu casa hacéis un uso responsable de la energía: apagar el ordenador cuando no se utiliza, desenchufar los cargadores cuando no se emplean, encender la luz únicamente cuando sea necesario, apagarla siempre que se sale de la estancia.

La «Regla de las tres Rs»: Reducir, Reutilizar y Reciclar, es perfecta para desarrollar hábitos de consumo responsable y para concienciar sobre un mejor aprovechamiento de los recursos.

¿Sabías que reciclando tres botellas de vidrio ahorras la energía suficiente para cargar un smartphone durante un año? Y, además, evitas la extracción de materias primas nuevas. Pero no todo lo que parece vidrio lo es. Las bombitas de luz combinan varios materiales y nunca se deben tirar al contenedor de vidrio.

La economía circular está en boca de todos. Se trata de un modelo sostenible, que imita y cuida la naturaleza, en el que se reduce el uso de materias primas y se minimiza la generación de residuos. El compostaje es un claro ejemplo de economía circular, porque convierte los desechos orgánicos en un compost que servirá como fertilizante para suelos y plantas. ¡Tus residuos son valiosos!

Hay artículos que se desechan por completo a los cuales podemos darles una segunda vida. Especialmente los envases, como cartones de leche, cajas de cartón o botellas de plástico pueden convertirse, con algo de imaginación en otros objetos útiles como lapiceros, espacios de almacenaje e incluso juguetes.

También aquí es importante enseñarle a donar o regalar tanto ropa como juguetes o libros que ya no utilizamos.

Fuera de casa

En 1935, la superficie silvestre en el planeta era el 70% hoy apenas llega a cubrir el 30% y ese porcentaje sostiene toda nuestra vida.

Es imprescindible sentir la necesidad de respetar los entornos naturales, cuidar de la naturaleza.

Hoy la superficie silvestre apenas cubre el 30% del planeta Khakimullin Aleksandr D9 / Fotolia

Los árboles son vitales para combatir el cambio climático por distintos motivos. Son refugio de animales, proporcionan alimento, protegen de la erosión a los suelos, disminuyen la contaminación y además de todo esto, generan oxígeno.

Un ejercicio interesante y al que cada día se apuntan más personas es a que cuando salen al campo o al bosque de excursión, no solo no dejan residuos en el entorno natural elegido, sino que además se llevan una bolsa para recoger cualquier basura que puedan encontrar. Es una forma de concienciar y colabora, un gesto sí pero un gesto vital para el planeta.

La bicicleta se ha convertido para muchas personas en una manera más de proteger el planeta al abandonar el uso de transportes contaminantes para los pequeños desplazamientos diarios.

Por cada kilómetro que se recorre en bicicleta en lugar de hacerlo en un vehículo contaminante, se evita la emisión a la atmósfera de aproximadamente 300 gramos de CO2.

Siempre que sea posible, elegir ir caminando, en bici o en patinete para hacer trayectos cortos.

Una excelente forma de educar a nuestros hijos en el respeto y cuidado al medio ambiente debería incluir también el hecho de dejar aparcado nuestro vehículo cuando no sea realmente necesario.

Es importante que desde pequeños les inculquemos el respeto por los animales y no solo por los que podamos tener en casa como mascotas.

Fomentar en los niños conductas de responsabilidad y cuidado hacia los animales ayudará a evitar situaciones de maltrato y abandono.

Leer y estar informado es vital

Leer siempre es una buena recomendación, da igual sobre el tema del que estemos hablando, pero en este caso es necesario leer a distintos autores a partir de distintas perspectivas.

La editorial Capitán Swing hace eso editando y reeditando algunos de los libros más interesantes que se pueden encontrar en el mercado sobre cambio climático y medio ambiente, sobre cómo hemos llegado hasta aquí y quizás lo más importante, qué podemos hacer a partir de ahora.

«Desde Capitán Swing siempre nos hemos acercado, a través de los libros, a las cuestiones que cómo sociedad nos afectan y nos preocupan. El medio ambiente y, en concreto, el cambio climático, es un tema en el que hemos puesto el foco desde hace años.» señala Blanca Cambronero, una de las responsables de esta editorial.

Esa es una de las razones que les ha llevado a reeditar «Ecología y libertad» de Murray Bokchin, un libro que se publicaba hace unos 40 años escrito por una de las voces más importantes y más adelantadas de su época sobre ecologismo, o quizás esa haya sido también la razón que llevó a los responsables de la editorial a rescatar «El solitario en el desierto» de Edward Abbey que en la década de 1960 decide adentrarse en el desierto de Utah y vivir de otro modo, fuera de la sociedad de consumo y de una industria turística que para él, ponía en peligro a la misma naturaleza.

«La emergencia climática ya está ocurriendo y es necesario que podamos leer a quienes llevan años investigando este problema y avisando de lo que iba a pasar pero, también, a quienes huyen del discurso catastrofista y nos muestran que aún podemos revertir el daño y generar modos de convivencia sostenibles«, añade Blanca Cambronero.

Para eso tienen en la editorial dos títulos más, «Y ahora qué hago» de Andreu Escrivá, y «¿Qué hacer en caso de incendio?» de Héctor Tejero y Emilio Santiago.

Un verano para leer libros con los que plantearnos realmente qué vamos a hacer para salvar el planeta, no es un mal plan.

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