Un garrotazo mortal en Llaranes

Hay que saber con quien se bromea porque, de lo contrario, las cosas pueden terminar muy mal, como así le sucedió a Perfecto Rodríguez López que muy a su pesar, protagonizó la noticia que publicó LA VOZ el 28 de noviembre de hace cien años bajo el título de 'Un garrotazo mortal'.

Perfecto Rodríguez López, de 40 años de edad, vivía en Llaranes Viejo y, el lunes 26 de noviembre, se había acercado hasta el mercado semanal de la villa para vender un ternero. Cumplida su misión, regresaba a su hogar cuando, a las siete de la tarde, se detuvo en el «establecimiento mixto» regentado por José Rodríguez en Llaranes nuevo.

Allí se encontró con Ramón Suárez Rodríguez, conocido como 'Rosón', de 21 años de edad y vecino de Villalegre. Ambos se invitaron a vinos y comenzaron una conversación que derivó hacia bromas. Surgió el conflicto ya que algunos comentarios de 'Rosón' no le gustaron nada a Perfecto. Tan poco que llegaron a las manos. José Rodríguez y familiares, según detalla la información, los separaron. La pelea terminó con 'Rosón' marchando y asegurando que ambos «seguían siendo tan amigos».

Sus palabras resultaron ser falsas ya que, al poco, apareció con un trozo de madera y desafío a Perfecto, pero no le dejaron entrar al local.

El asunto parecía haberse tranquilizado hasta que «para satisfacer una perentoria necesidad», Perfecto salió al patio. Oculto, 'Rosón' le asestó un fuerte golpe en el lado derecho de la cara, lo suficiente para derribarlo y dejarlo sin conocimiento y sangrando.

Perfecto era trasladado a su domicilio, donde moría a las 11 de la mañana del día 27 sin haber recuperado el conocimiento. Casi inmediatamente, se detenía a 'Rosón' que, en el juzgado, confesaba la autoría de los hechos. El día 28, la autopsia confirmaba que el golpe le había provocado una fractura en el cráneo, sobreviniendo una copiosa hemorragia interna.

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