El parque de Ferrera abre sus puertas

En los días previos nada se había publicado al respecto. El Ayuntamiento se había hecho con la propiedad en 1972, solicitando un crédito de 91 millones de pesetas de la época por 81.564 metros cuadrados. Desde ese momento, el alcalde, Fernando Suárez del Villar (el gran artífice de la operación) había barajado diferentes fechas que, por una cuestión u otra, no se habían cumplido. Así pues era lógico el silencio antes de esa apertura.

En esos dos años se habían venido realizando diferentes obras para urbanizar los paseos de los que se disfrutan, también del «artístico estanque», tal como se describía en septiembre de 1973, cuando LA VOZ presentaba su primera imagen.

Las obras en el interior ya habían separado el recinto del palacio de Ferrera del parque público. A falta de remates, desde el 6 de enero, los avilesinos podrían pasear por su interior desde las diez de la mañana a las cinco de la tarde.

El cumpleaños del Parque de Ferrera venía precedido de otras buenas noticias para los jardines públicos. En la víspera, el Boletín Oficial de la Provincia había publicado la licitación de la primera fase de las obras del Parque de La Magdalena. Se destinaban 4.871.150 pesetas para aplanar y nivelar los terrenos. En una segunda fase se construirían los caminos. Avilés ya pensaba en verde.

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