Fernando Simón: «Sigo pensando que la mascarilla no es la clave para detener la transmisión»

Hay dos frases de Fernando Simón que sus detractores no olvidan. La primera es aquella en la que señaló, hace más de un año, que el impacto del coronavirus en España no iría, «más allá de algún caso diagnosticado». «No es necesario que la población utilice mascarillas», pronunciada el 26 de febrero, fue la segunda.

Ayer, en una entrevista grabada por Jordi Évole con el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias de Sanidad, ambos repasaron algunas de las polémicas vividas a largo de un año de lucha contra la pandemia. Las protecciones faciales centraron parte de su conversación.

«Sigo pensando que la mascarilla no es clave para detener la transmisión», aseguró Simón. A pesar de su obligatoriedad desde hace meses, el experto aseguró que «no es necesario que todo el mundo la lleve. Lo importante es que la lleve quien está enfermo, lo que pasa es que no sabemos quién está enfermo», matizó. Simón reconoció, sin embargo, utilizarlas «es clave si no puedes aplicar otras medidas».

También se refirió a su error de cálculo sobre los efectos que tendría el covid 19 en España, con más de noventa mil muertos a día de hoy, atendiendo al exceso de mortalidad del Instituto Nacional de estadística (INE). «En ese momento no había transmisión en España«, ha defendido.

No obstante, ha asumido que podría haber sido «más prudente» en sus palabras. Las primeras semanas del virus los sanitarios atendían a los pacientes con trajes hechos de bolsas de basura por la falta de equipos de protección. «Podríamos haber hecho un esfuerzo mayor para tener más reservas de EPI y sabíamos que los equipos de protección iban a acabarse. Teníamos a los equipos de compra buscando debajo de las piedras», ha señalado al respecto.

Simón confía en llegar al verano con el 70 por ciento de la población vacunada y también y justifica las restricciones a la Semana Santa en la delicada situación de las UCIS del país, con un mayor riesgo de colapso que en anteriores ocasiones ya que el nivel de ocupación actual es «similar al máximo de la segunda ola» dada la larga duración de las estancias hospitalarias y la cercanía de la última embestida del virus.

En Navidad «se podría haber sido mucho más estricto» pero la propia sociedad debe asumir los riesgos y entender la situación porque la responsabilidad es ahora «compartida».

Jordi Évole interpeló a Simón a cerca de sus posiciones políticas. «¿De izquierdas o de derechas?», le interpeló el periodista. «¿Tengo que decirlo? Creo que se me nota«, atajó el entrevistado. «Soy muy social. Tenemos que preocuparnos por las personas que tienen necesidad. Los que tienen las necesidades cubiertas, me preocupan poco», explicó.

Pese a ello, descarta entrar en política. «Si soy un bocazas, ¿cómo voy a ir en una lista electoral? No soy político ni lo seré. No creo que lo vaya a ser nunca. Bueno, de pronto alguien me tienta con alguna cosa interesante... Pero no... Hay que tener una resiliencia mucho más grande de la que yo tengo«, ha aclarado.

Simón asegura que desde el inicio de la pandemia cientos de personas le han parado por la calle y solo dos le han hecho comentarios desagradables, uno aludiendo a la ya histórica frase de los «uno o dos» muertos a lo sumo y otro insultándole.