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La nutrición que funciona

Laura Pire, nutricionista: «Abusar de los suplementos alimenticios potencia rituales que nos hacen tener una fantasía de control de la salud»

La nutricionista Laura Pire examina la suplementación, complementos alimenticios y otras hierbas: ¿son necesarios?

Laura Pire

Gijón

Martes, 3 de junio 2025

Como tantas cosas en esta ciencia que es la nutrición, las palabras se usan de forma poco clara a causa de la moda. Es interesante saber que complementar y suplementar es lo mismo cuando hablamos de alimentación. No hay ni una sola norma que regule el cómo nos referimos a la incorporación de complementos alimenticios para mejorar nuestro aporte nutricional.

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Siempre hemos hablado de tomar un hermoso zumo de frutas variadas para aumentar nuestro aporte de elementos como vitamina C, fibra o antioxidantes. Se puede decir que estamos complementando nuestra dieta con estos nutrientes. Si además le incorporamos una cucharada de semillas de lino o polen algunas personas pueden pensar que lo que están haciendo es suplementación, pero no es así. En realidad, a lo que se refiere la palabra suplementación es a todo producto ajeno a la comida en sí que se pueda incorporar en forma de rutina para potenciar tal o cual cosa.

Ejemplo: en nutrición deportiva, cuando se quiere conseguir un aumento de volumen muscular o un mayor rendimiento físico existen las ayudas ergogénicas que posibilitan mejoras a este nivel. Por un lado, porque son elementos que la dieta no aporta, como la creatina en esas dosis eficaces o por otro, porque una alimentación «normal» no es capaz de conseguir semejantes carrapotadas de proteína, por ejemplo, sin que nos salgan por las orejas.

La pregunta: ¿es necesario? En nutrición deportiva sí, si no está basada en logros estéticos. Para lo meramente estético, allá cada cual. El tiempo libre que uno tiene a cierta edad para mirarse el ombligo, cuando la vida se complica y tenemos que dejarlo, los rebotes de peso y los conocimientos erróneos adquiridos, acaban en la consulta del nutricionista y el psicóogo con un cacao mental fino. Lo vemos a diario.

Si hablamos de salud, calidad de vida y longevidad, sí que puede ser muy necesario en momentos puntuales la suplementación con nutrientes concretos como el hierro o la vitamina D porque estemos en carencia y lo estemos ya notando en nuestra salud. También se puede usar de forma preventiva como los complementos de preparación de embarazo o los complejos vitamínicos para la salud ocular o del sistema nervioso. Algunos tratamientos basados en plantas como la levadura roja de arroz para tratar el colesterol alto también funcionan muy bien y podemos llamarlo suplementación Son herramientas útiles para mantener la salud respetando siempre la dosis recomendada. Así como conclusión es importante saber que no nos ponen a salvo de enfermedades futuras, deterioros por la edad o cuestiones degenerativas que escapan a nuestro control por mucho que nos creamos expertos. Abusar de los complementos o los suplementos, desde mi punto de vista potencia rituales que nos hacen tener una fantasía de control de la salud y la estética que a veces pueden hacer más daño que beneficio a las personas que les obsesiona la perfección. Cuidadín.

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