La jequesa Kasia Galliano y su «jaula de oro», una historia de lujo y desgracia
La batalla legal por la custodia de sus hijas incluyó acusaciones de incesto
A. S. González
Oviedo
Domingo, 5 de junio 2022, 02:23
El cuerpo sin vida de Kasia Gallanio, la jequesa, –como prácticamente todo el mundo la conocía en Marbella- fue hallado el pasado domingo en su vivienda de Puerto Banús después de pasar tres días desaparecida. El motivo de su muerte es aún un misterio. La autopsia practicada no ha resultado concluyente pero las primeras hipótesis apuntan a que habría fallecido por una sobredosis de medicamentos.
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Gallanio, de 46 años, atravesaba un momento difícil. En realidad, toda su vida se había complicado desde que en 2012 sellara el fin de su matrimonio con el Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del emir de Catar. Ambos emprendieron entonces una dura batalla legal por la custodia de las tres hijas en común, aún menores de edad.
El largo proceso afectó a la salud mental de la bellísima Gallanio, con nacionalidad polaca y estadounidense. Sufrió varias crisis nerviosas que motivaron su hospitalización, además de curas de desintoxicación. El juez dió la custodia al padre, que alegó que su expareja era alcohólica.
Las adolescentes estaban en París. Ella en España. De hecho, fue una de las gemelas de 17 años quien aviso a la Policía. Llevaba días intentando localizar a su madre sin éxito. El proceso judicial por la controvertida custodia se había complicado todavía más después de que una de ellas denunciara en Le Parisien que su padre había abusado sexualmente de ella cuando tenía entre 9 y 15 años. La Fiscalía investigó la incestuosa acusación y el pasado 19 de mayo se desestimó la causa.
«Mis dos hijas gemelas querían vivir conmigo y él, como castigo, cortó contacto con ellas. A la pequeña no se le permite hablar conmigo y eso me entristece mucho. Ella recibe muchas cosas materiales de su padre, pero todo es un chantaje. Es muy triste porque extraño a mi hija», explicaba la jequesa en una entrevista.
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Las hermanas mayores, Sheikha Malak y Sheikha Yasmin, no tienen ya relación con su progenitor, que paga sus gastos en «hoteles modestos o alojamientos de corta duración». Sin embargo, la menor, Sheika Reem, vive con él en un palacio de nada menos que 5.000 metros cuadrados en plena Avenida Montaigne, en la capital francesa, y este año no fue escolarizada.
Una 'socialité' en Marbella
En Marbella, Kasia Gallanio era muy conocida, aunque su vida anterior había transcurrido lejos de la península ibérica. Nació en Cracovia y se mudó siendo niña a Estados Unidos. De hecho, tenía ambas nacionalidades. Al otro lado del charco, estudió en la Universidad estatal de California y fichó por la multinacional financiera Morgan Stanley. A los 29 años todo cambió.
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En un viaje a París, conoció a Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, de 56 años. Comenzó una vida nueva. Se convirtió al Islam y en tercera esposa, además, del jeque. Juntos tuvieron tres hijas hasta que ella decidió abandonar su «jaula de oro». «El dinero es una maldición porque te aísla de mucha gente. Es un mundo diferente. Crecí en un hogar normal, así que era un mundo completamente diferente», contaría tiempo después.
Entre sus amistades de Marbella, figura Carmen Lomana, muy afectada por su fallecimiento. «Creo que no midió con quién se estaba enfrentando porque su exmarido tiene infinito poder. Ella tenía una vida maravillosa hasta que se separó», reconocía la millonaria en antena.
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Kasia Gallanio, cuentan, llevaba un año muy triste. Aún así, confiaba en recuperar la custodia de sus hijas. La esperanza se derrumbó el pasado mes de mayo. Quizás la última resolución judicial sellara el final de su historia. Su abogada está convencida.
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