«Quiero ayudar a ascender»
Víctor Campuzano, que se entrenará hoy por primera vez con el Sporting y será presentado en El Molinón, vivió ayer una jornada inicial ajetreada
JAVIER BARRIO
Miércoles, 3 de febrero 2021, 03:27
«No nos encontraban las maletas». Tardó ayer unos minutos de más Víctor Campuzano (Barcelona, 1997) en aparecer por la puerta de la terminal del aeropuerto de Asturias. Físico afinado, trato cercano y vestimenta informal. Resplandeciente por su fichaje por el Sporting, al que se ligó el lunes hasta 2025. «Quiero agradecer al club su apuesta por mí, hacer esto posible», atinó a decir ya a las puertas del Hotel Sylken, en Gijón, donde descansó antes de trasladarse por la tarde a Mareo y pasar el reconocimiento médico: «Estoy con muchas ganas de poder empezar ya, de demostrar y ayudar al equipo en lo que haga falta». Y remachó, a renglón seguido, «a cumplir el objetivo, que es subir a Primera». Hoy, a mediodía, será presentado en El Molinón de forma telemática.
Vestido con cromática 'juventina' -pantalones y calzado negro y una juvenil sudadera de color blanco, tintada con su característico gesto de las celebraciones: todos los dedos del puño recogidos, menos el índice y el meñique-, el flamante delantero del Sporting aparcó en la ciudad pasadas las tres de la tarde. A Asturias había llegado en un vuelo directo desde Barcelona de una hora y media de duración. Le escoltaban su agente de toda la vida, Francisco Valdivieso, y Mario Cotelo, introductor de ambos en el ambiente de la ciudad. En Cataluña se había quedado su padre, Felipe, excanterano de La Masía y compañero de batallas en sus años mozos de Busquets padre, Guillermo Amor, Luis Milla y compañía. «Estamos muy contentos porque al final Víctor está donde quería estar desde el principio. Con todas las cosas que ha tenido, su primera opción siempre fue el Sporting», confirmaba por teléfono su progenitor.
Delantero físico, referencia, Felipe Campuzano jugó con Javi Rico y David Gallego en el Terrassa de finales de los noventa. Incluso compitió junto a los dos una fase de ascenso a Segunda, de la que se cayeron en una eliminatoria contra el Málaga. «Siempre he dicho que Víctor es lo contrario de lo que era yo. Más rápido, con mucha movilidad, mejor chut, con más llegada desde atrás. Yo era de estar en punta para aguantar y luego incorporarme al remate. Nos hubiéramos complementado bien», completaba el padre entre risas. A media tarde, después de una breve comida, el delantero entraba por la puerta de Mareo, su nueva casa. Conocía y saludaba a sus nuevos compañeros. Pasaba el control covid y las pruebas físicas. Y entre medias, se fundía en un cariñoso abrazo con David Gallego, su principal valedor. El entrenador que más presente ha estado en su carrera y con el que ha tenido un sinfín de conversaciones en las últimas semanas.
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Javi Rico y Noé Calleja le mostraron todos los rincones de Mareo y le presentaron a Javier Fernández, mientras el equipo ya se ejercitaba en el campo número 2 bajo una intensa lluvia. Tras el paseo, 'Campu' se sometió al reconocimiento médico rutinario y se dio otro garbeo por las oficinas. Todo ya sin ataduras con el Espanyol, quien se reservó un porcentaje ante un hipotético traspaso. Eso sí, según adelantó 'Deportes Cope Asturias', tendría una vigencia de apenas un año y medio, hasta el verano de 2022. Lo que sí dejó atado y bien atado el club 'perico', para evitar sustos, fue la no participación del delantero en cualquier partido que enfrente a los dos equipos esta temporada. Ya sea en el de esta segunda vuelta, dentro de cuatro encuentros, en El Molinón, o en un hipotético 'play off' de ascenso a Primera División. El visto bueno de la Liga, mientras, lo había obtenido antes de la medianoche del lunes.
Objetivo, el sábado
La intención del jugador es apretar en estos primeros días al máximo para llegar a tiempo al partido del sábado frente al Logroñés (Las Gaunas, 18.15 horas). Su primera tentativa para acceder a una convocatoria. Aunque parece un poco precipitado, con apenas tres días para engrasar, Gallego lleva mucho tiempo esperando por la incorporación del atacante. Y no sería descabellado. Ayer, aunque Campuzano confiaba en pisar pasto, no pudo. Demasiada agenda comprimida en muy poco tiempo, llegando al hotel por la noche sin un hueco libre. Hoy, en todo caso, está previsto que ya entrene. Posiblemente antes de la presentación, fijada para las 13 horas.
Falta por ver cómo encaja en el sistema. Las molestias que se ha tomado el Sporting con su contratación no parecen ser las de un club que pelea por un jugador secundario, ni por una apuesta a largo plazo, abriendo la puerta a jugar con dos atacantes. «Víctor Campuzano es un delantero de velocidad, de ruptura y que dentro del área tiene muy buena definición. Si consigue tener ocasiones, su nivel de efectividad puede ser alto», observaba Rubi, que le tuvo en el Espanyol.
En Mareo confían en que afile el fútbol del Sporting en esos últimos metros de atasco. Que lo haga con esa picaresca, escuela de Raúl Tamudo, uno de sus referentes, potenciando la explosividad de Djurdjevic en los últimos metros. Y también cruzan los dedos para que celebre muchos goles con esa 'mano cornuta' que desde hace tiempo lleva tiñendo su ropa. No es ningún homenaje al 'heavy', sino un juego cómplice que tiene con su hermano menor, de 20 años, quien se rompió hace tiempo el ligamento cruzado en una desgraciada jornada de fútbol en Tarragona. Ahora es la marca registrada de Víctor Campuzano.
Y pretende potenciarla en el Sporting. «Va a un club muy grande que circunstancialmente está en Segunda División, porque estas cosas pasan, pero tiene que estar en Primera. Siempre me acuerdo del Sporting en la élite, no en Segunda», remachaba ayer su padre, Felipe Campuzano. También el ovetense Luis García, icono del Espanyol y que en la actualidad entrena al equipo de División de Honor del prolífico Damm, seguía con atención desde Barcelona la llegada del catalán al Sporting. «Puede aportar muchas cosas. David le conoce muy bien y ya le dio la alternativa en el Espanyol. Es joven, rápido, inteligente en el contraataque, goleador y un jugador muy interesante. Puede dar muchas alegrías», vaticinaba.
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