Un Sporting espoleado por la ilusión

La ilusión de la afición tiene también reflejo en la propia plantilla rojiblanca. Los jugadores, más aún los nuevos, esperan ansiosos sentir el ambiente de El Molinón, que contará con una amplia representación de los nuevos propietarios. Tras el empate en Anduva de la primera jornada de Liga todo lo que no sea ganar se convertirá en una decepción. El Sporting llega con todos los jugadores disponibles, a excepción de Jony Rodríguez, al que esta semana han revisitado viejos fantasmas en forma de lesión muscular. Lo que se vio en Anduva la pasada semana gustó solo en parte. Los primeros 45 minutos se convirtieron en un símbolo de todo lo que no quiere sobre el campo Abelardo Fernández. La segunda mitad del encuentro, en la guía que marca el camino a seguir.

Y en ese tránsito se discute una posición en el centro del campo, la de Pedro Díaz, señalado tras el partido ante el Mirandés y con opciones de dejar esta tarde su puesto a Gio Zarfino en busca de un Sporting con más presencia en el área rival.

El bloque con el que partió Abelardo el pasado sábado apunta a repetir, con la ya no tan sorpresa de Queipo, el nuevo 'guaje' del entrenador gijonés. Callado y trabajador, el jugador procedente del filial ha sabido hacerse un hueco en la pretemporada refrendado con un gran partido ante el Mirandés, donde se convirtió en una de las mejores conexiones con Djuka.

En la banda derecha, todo apunta a que el elegido será Juan Otero. Aitor García regresó a la convocatoria, pero el extremo no tiene aún el ritmo necesario para aguantar un envite de máxima exigencia calentado además por las miles de gargantas que poblarán El Molinón.

La defensa parece, a estas alturas, intocable, con la opción de que Pol Valentín se sume a la fiesta como ya hizo en la primera jornada, aportando velocidad en la segunda parte con un Mirandés roto por el esfuerzo de los primeros 45 minutos.

Abelardo lleva todo el verano advirtiendo de la dureza de la categoría. La primera prueba la experimentó el Real Oviedo, con su derrota ante el Andorra, un recién ascendido. Eder Sarabia tiene a todos sus jugadores disponibles. Con gusto por el manejo del balón y mucha paciencia en la construcción, se espera que el conjunto andorrano mantenga el bloque que le dio sus primeros tres puntos en Segunda División. Aunque el técnico detectó algunas taras, como la falta de conexión con el ataque en algún momento. La posible entrada de Orellana puede contribuir a solucionarlo. Lo que se espera para esta tarde es un partido intenso en el que la afición rojiblanca puede marcar la diferencia.