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El efecto Garitano contagia de ilusión a la afición del Sporting de Gijón
Dubasin y el nuevo técnico, entre los más aclamados en un entrenamiento de puertas abiertas con gran afluencia y que contó con una importante presencia de niños, aprovechando las vacaciones de Semana Santa
Pasaban cinco minutos de las once de la mañana cuando el hijo predilecto del Sporting pisó el terreno de juego del campo número uno de Mareo: «¡Cote, Cote!». Las gradas del campo en el que habitualmente disputa sus partidos el Sporting Atlético estaban ayer repletas de padres, hijos y, en definitiva, aficionados de todas las edades que, aprovechando la jornada de puertas abiertas del club, acudieron a mostrar su apoyo a los jugadores de Asier Garitano. El nuevo técnico sportinguista también fue recibido entre aplausos, siendo uno de los más aclamados.
Uno a uno, los jugadores de la primera plantilla fueron accediendo al terreno de juego, aclamados por los aficionados. Aunque ninguno tan aclamado como Jonathan Dubasin. 'El Pingüino' fue uno de los últimos integrantes del equipo en saltar al campo. Lo hizo junto al colombiano Juan Otero, pareja también en el ataque sportinguista.
Coincidiendo con las vacaciones escolares de Semana Santa, los pequeños fueron los protagonistas de la jornada. «En el partido contra el Eldense de El Molinón ya le había pedido la camiseta y hoy he vuelto a traerle una pancarta». La 'pingüinomanía' se dejó sentir ayer en la Escuela de Mareo. El jugador cedido por el Basilea fue, de largo, el mayor reclamo de la afición sportinguista a la hora de las fotos y los autógrafos. Diego Ovín, de diez años, probó fortuna con una pancarta para pedirle su camiseta de entrenamiento. No faltaron los pingüinos de peluche dentro de una afición que parece haber encontrado a su nuevo ídolo.
«Es mi jugador favorito del Sporting», destacaba el propio Ovín, que acudió esta mañana al entrenamiento acompañado de su padre. «Con Garitano hemos cambiado la dinámica, seguro que volvemos a ganar este viernes», señalaba Javier Pérez, otro de los jóvenes sportinguistas allí presentes. Su amigo, Lucas, tampoco dudaba: «2-0, con goles de Dubasin y Otero». Un resultado que, de producirse, dejaría al equipo muy cerca de asegurar una salvación que hace siete días parecía una tarea mucho más ardua.
Balón y partidillo
Que el fútbol es un estado de ánimo lo pudieron es algo que se palpaba este martes en Mareo. Hasta los cielos grises que amenazaban con aguar la jornada dejaron paso a grandes claros y rayos de sol durante la hora y media que duró la primera sesión de la semana, con la vista ya puesta en el partido frente al Club Deportivo Mirandés de este viernes a las siete de la tarde.
El balón fue el protagonista del entrenamiento. Un primer ejercicio de pases, dio paso a un ejercicio de rondos, a una posesión con porterías y, para rematar, un partidillo de dimensiones reducidas en el que participaron los no titulares del partido en Elda. Mientras, los jugadores que habían jugado más minutos, se acercaban a las gradas para deleite de los aficionados. Además del propio Dubasin, canteranos como Guille Rosas y Gaspar Campos fueron de los jugadores más reclamados.
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