Un incendio en un transformador paraliza la actividad en Asturiana de Zinc

El incendio originado en un transformados eléctrico en las instalaciones de Asturiana de Zinc (AZSA) en San Juan de Nieva paralizó ayer por la mañana la actividad en la factoría. Personal de la empresa trabajaba durante todo el día con el fin de recuperar en lo posible la capacidad de producción de las instalaciones de la empresa, al tiempo que se evaluaba el alcance de los daños sufridos y las posibles causas del incidente.

El incendio se había originado en torno a las seis de la mañana en el transformador ubicado en el exterior de la nave de electrólisis 'A'. Se da la circunstancia que un incidente de menor alcance se había producido apenas unas horas antes en la nave 'D', según indicaron desde el comité de empresa. No obstante, fuentes de la compañía desvinculaban un incidente de otro.

El caso es que el fuego en la nave 'A' se extendió de modo que se tuvo que movilizar a efectivos de Bomberos de Asturias de los parques de Avilés, Pravia y La Morgal. Para cuando pudieron controlar el incendio, las llamas ya habían quemado una nave con material eléctrico situada detrás del transformador y el techo de dicho inmueble se vino abajo. Además, resultó afectada por las llamas parte de la techumbre de otra nave situada en las inmediaciones, según informaron desde el servicio de coordinación de emergencias 112-Asturias.

En las instalaciones de La Morgal se recibió el primer aviso de emergencia 6.33 horas de la madrugada. En la llamada señalaban que estaban ardiendo unos transformadores y que había mucho humo en el lugar. Cuando los bomberos llegaron a Asturiana de Zinc, centraron sus esfuerzos en evitar que el fuego se propagase a otras zonas de la factoría, por lo que comenzaron a realizar tareas de refrigeración desde el exterior con espumógeno y agua.

Fuego controlado

A las 8.08 horas, los efectivos dieron por controlado parte del fuego y comenzaron el ataque directo del fuego desde el interior de la nave. Para llevar a cabo esta labor, los bomberos tuvieron que emplear, en todo momento equipos de respiración autónoma. Tras controlar totalmente el incendio, los efectivos permanecieron en el lugar realizando tareas de ventilación y desescombro, hasta las 10.53 horas, momento en el que dieron definitivamente por extinguido en su totalidad el incendio.

En la intervención participaron, además del Jefe Supervisor y el Jefe de la Zona Central, 16 efectivos de Bomberos de Asturias y un técnico de logística con el Vehículo de Grandes Emergencias que se utilizó para recargar las botellas de los equipos de respiración autónoma de los bomberos.

La magnitud del suceso se reflejó en el dispositivo de que se tuvo que movilizar, y que incluyó once camiones y otros vehículos de Bomberos de Asturias, así como dotaciones de la Policía Local de Castrillón, Guardia Civil y del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), que no tuvo que intervenir puesto que no hubo más víctimas personales que un bombero que sufrió una torcedura durante el operativo.

Fue una vez que terminaron las tareas de extinción del fuego cuando el personal de Asturiana de Zinc pudo entrar a evaluar la magnitud del suceso. En principio, la dirección de la empresa se congratuló de que no hubiera habido daños personales importantes, toda vez que en las instalaciones calcinadas trabajan cerca de doscientas personas. Al tiempo, se felicitaron por el buen funcionamiento de «los protocolos de seguridad» previstos para una situación como la que se dio en la jornada de ayer.

Pero lo que no se ha podido aclarar aún es el alcance real de los daños y las causas del incendio. En principio, los técnicos podrían tardar varios días en averiguar el origen del fuego, así como la magnitud de las reparaciones necesarias para recuperar el volumen de actividad y producción previo a la declaración del incendio.

No obstante, todo apunta a que los daños son cuantiosos y a que tal vez se puedan prever un próximo Expediente de Regulación Temporal de Empleo hasta que se reparen los daños.

Cautela

En ese sentido, desde la dirección de la compañía insistían en que aún es pronto para adelantar acontecimientos, y que todos los esfuerzos se centran en recuperar el nivel de actividad previo al accidente en el menor plazo posible. «La producción sigue en el resto de instalaciones, aunque no sea a plena capacidad», apuntaban ayer desde la empresa.

Los esfuerzos necesarios para recuperar la normalidad en la factoría castrillonense, de hecho, fueron ingentes ayer. El incendio dejó sin suministro eléctrico por unas horas a buena parte del complejo de Asturiana de Zinc, por lo que se dio aviso a los técnicos responsables de la compañía eléctrica.

El principal problema, según indicaron los sindicatos, se encontraba en los hornos de función, que comenzaron a perder temperatura al interrumpirse el suministro eléctrico. Ante eso, se optó por la contratación de generadores externos de alquiler, de modo que se pudiera alimentar no sólo la actividad de los hornos, sino también a otras instalaciones de la factoría castrillonense.

En un primer análisis, desde el comité de empresa se indicaba que ese era uno de los problemas más serios que los técnicos tuvieron que resolver en las primeras horas, toda vez que el enfriamiento de las instalaciones de fusión podría acarrear consecuencias muy graves para la actividad de toda la factoría, en la que trabaja en torno a un millar de personas, entre empleados de AZSA y de las subcontratas.