Un apagón genera el caos en hora punta y afecta a decenas de miles de gijoneses
Una avería en la subestación de Pumarín dejó sin electricidad a más de 70.000 puntos de suministro entre las 8.45 y 9.30 horas
MARCOS MORO
Sábado, 29 de septiembre 2012, 00:47
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Más de 70.000 puntos de suministro eléctrico de la ciudad se vieron ayer afectados, en hora punta, por una avería registrada en la subestación de Pumarín. En ese recuento de daños están incluidos hogares, empresas, bajos comerciales, red semafórica y equipamientos varios de numerosos barrios gijoneses. Todos ellos se quedaron sin electricidad en algún momento entre las 8.45 y las 9.30 horas. La traslación a la población gijonesa que se pudo ver perjudicada por esta situación se acerca a las 180.000 personas. Más de medio municipio.
Fuentes de HC Energía explicaron que la mitad de los usuarios afectados recuperaron el servicio a los diez minutos del apagón. Sin embargo, más de 12.000 puntos de suministro estuvieron 45 minutos desprovistos de fluido eléctrico. Y algunos ciudadanos aseguraron que el corte fue de más de una hora.
El fallo eléctrico tuvo incidencia en parte de la zona centro y de Cimadevilla, calles de La Calzada y El Natahoyo, parte de Roces, Laviada, El Polígono y en los barrios de El Llano, Pumarín, Montevil y Nuevo Gijón. La coincidencia en hora punta, cuando muchas personas se desplazan a sus lugares de trabajo, hizo que tuviera mucha repercusión.
El mayor problema fue el tiempo que estuvieron los semáforos sin funcionar en algunas de las principales arterias urbanas como Carlos Marx, Manuel Llaneza, las avenida de El Llano y Constitución y Gaspar García Laviana. Aunque no hubo accidentes, testigos de la situación generada aseguran que la circulación del tráfico fue «caótica» por la ausencia de agentes de la Policía Local dirigiendo a los conductores. «Los coches tiraban para adelante y no había forma de cruzar», explicó Iván Iglesias, viandante que se vio afectado por la falta de regulación semafórica donde los institutos.
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El apagón también fue muy comentado a través de las redes sociales y foros de internet. Un afectado explicó por esta vía que, por culpa del apagón, permaneció encerrado 45 minutos en el ascensor con su hijo. «Los afectados pueden reclamar indemnización económica por el tiempo que han estado sin luz en sus domicilios, de forma que se lo descuenten en la factura del mes siguiente», aseguraba otro internauta. También dio pie a chanzas en la red: «Pensé que el apagón era otro recorte de Rajoy».
Colegios y ambulatorios
Algunos negocios tuvieron que empezar a funcionar más tarde de lo habitual y colegios como el de Laviada estuvieron rato con luces de emergencia en las clases. En el centro de salud de Zarracina trastornó las consultas el hecho de que los ordenadores se apagasen durante un cuarto de hora, según explicó la presidenta de la federación vecinal urbana, Tita Caravera, presente en el ambulatorio.
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El problema eléctrico se originó en una línea de alta tensión de 132 kilovoltios que alimenta a la subestación del Alto Pumarín. Este parque de transformación es el punto principal desde el que se distribuye la alimentación eléctrica a la ciudad. La subestación de Carrió es el pilar de la zona Oeste, los polígonos industriales y la vertiente del concejo vecino de Carreño. La alimentación de la zona Este depende de la subestación de Castiello de Bernueces.
La subestación donde se originó la avería cuenta con diversas líneas de entrada, con tensión de llegada de 132 kilovoltios (Pumapont, Corredoria, Tanes), con dos embarrados de la misma tensión, cuatro transformadores (capaces de bajar la tensión de llegada de 132 kilovoltios a 50 kilovoltios y 20 kilovoltios), además de toda la aparamenta necesaria para maniobrar la conexión y desconexión de las líneas.
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