«Me arrepiento de todo el daño que hice, del dolor causado a mi hijo. No fue mi intención»

«Me arrepiento de todo el daño que hice, del dolor causado a mi hijo. No fue mi intención»; son palabras que Senén Fernández repitió ayer hasta en tres ocasiones, alzando la voz y medio sollozando, en la última sesión del juicio por el crimen de quien fuera su mujer, Teresa Aladro. Ella murió de dos disparos de escopeta, a corta distancia, a manos de su exmarido tras entrar su casa y localizarla en su habitación, tal y como afirman las acusaciones.

Esta es la segunda vez en cuatro años, que Senén –autor material de los disparos– se dirige a su hijo desde la fatídica madrugada del 20 de mayo de 2021 cuando mató a su madre. La primera fue el viernes 10 de mayo, al comienzo del juicio, durante su declaración. Como manifestó ayer, «no lo pude hacer antes porque no me dejaron ponerme en contacto con él. Me pusieron una orden de alejamiento». Pero, como se recordó por parte de las acusaciones, dicha orden no fue dictada hasta al menos un mes y medio después de la muerte de su madre; durante ese tiempo tampoco le pidió perdón ni se habló de que pudiese haber sido un accidente.

Las cuatro acusaciones coinciden en calificar el crimen de Teresa Aladro como un asesinato con el agravante de alevosía, pero se dividen en dos bloques a la hora de solicitar la pena de prisión para Senén Fernández.

El ministerio fiscal, al que se le une la Abogacía del Estado, elevó su petición de condena hasta los 29 años de prisión por los delitos de asesinato, allanamiento de morada (para los que pedía en principio 27 años) y a los que ahora suma dos años más por dos delitos de malos tratos en el ámbito familiar.

Más incisivas, y enfocando todo el proceso hacia un delito de violencia de género, están la acusación particular, ejercida por Ana García Boto, y Abogadas por la Igualdad, con María Pérez al frente. Ambas elevan esta petición hasta los 37 años de cárcel por los delitos de asesinato, allanamiento de morada, acoso, maltrato en el ámbito familiar y tenencia ilícita de armas. El colectivo Abogadas por la Igualdad pedía, en principio, 27 años de cárcel. Ayer decidió modificar su calificación, según Pérez, al considerar probado que «Teresa era víctima de violencia de género, acosada y sometida por Senén, como se reflejó en numerosas conversaciones, mensajes y con el relato de su hijo Adrián».

La defensa de Senén, ejercida de oficio por Luis Fernández del Viso, mantiene la calificación del crimen como un homicidio impudente, al considerarlo como «un desgraciado accidente». Por ello solicita la pena de un año de prisión. Además, ha puesto a nombre del hijo del matrimonio «todos los bienes de los que dispone el acusado».