La nueva rehabilitación del pozo Santa Bárbara será en las dos salas de máquinas y el economato

Álvarez también detalló el que sería el calendario previsto para la actuación de aprobarse los presupuestos generales del Estado para este año en donde se incluiría la primera partida (se repartirá en dos ejercicios). «Se quiere iniciar ya con la licitación para la redacción del proyecto y se quiere dar comienzo con el proceso para la contratación de las propias obras a finales de este año», indicó. Pero todavía quedarían más obras, apuntando de forma directa a unas subplantas que se quieren recuperar para hacerla visitables «ofertando una experiencia diferente a lo que existe en la actualidad».

Como ya adelantó EL COMERCIO, la intención de hacer visitables estas galerías ya se anunció en 2022. Se encuentran bajo los dos castilletes, a unos seis metros de profundidad. La Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara realizó un estudio de estas instalaciones. Uno de los miembros de su grupo de arqueología industrial, José Luis Soto, explicó entonces que el plan es recuperarlas, ya que tienen fácil acceso desde la denominada plaza de madera, que se encuentra bajo la cota de los castilletes de la explotación.

Una de las subplantas cuenta con dos galerías independientes que confluyen en la caña del pozo, donde se realizaba el embarque y desembarque de las jaulas de personal y materiales. En este espacio existe una galería de unos pocos metros que desemboca en una plataforma, donde arranca un plano inclinado, usado como ventilación, que bajando en curva confluye con la caña de la mina a unos diez metros, por debajo de la plataforma del embarque. «Es una construcción monumental y espectacular, con hastiales de sillería y un arco rebajado con ladrillos macizos», explicó Soto.

El uso hostelero es el que se quiere dar, en principio, al edificio del economato; ya hubo experiencias gastronómicas en el pozo con el desarrollo de 'Bocamina', con un gran éxito de comensales. El inmueble se encuentra al lado de la explotación y data de 1916. La historiadora del Arte María Fernanda Fernández Gutiérrez, junto con Roberto Álvarez Espinedo, es la redactora del informe técnico en el que se basó la resolución para su declaración como BIC. Esta experta entiende que la protección del economato no se debe a una ampliación del área que comprende el pozo Santa Bárbara. «Es Bien de Interés Cultural por méritos propios. Que se haya conservado desde el punto de vista de ordenación del espacio explica que ahora sea un elemento patrimonial muy relevante. Por su ubicación y por el papel que cumplió generando otras construcciones en su entorno inmediato, como despachos de textiles, a la vez que propició un crecimiento y fue un foco de actividad».

La primera actuación en el pozo supuso una inversión de poco más de 660.000 euros. Con ese dinero se pudo intervenir en la recuperación de los dos castilletes, la sala de compresores y el edificio de ventilación. Es la sala de compresores la que se utiliza con éxito para el desarrollo de montajes culturales; la última fue 'Visual Bird Sounds' del artista australiano Andy Thomas que atrajo a más de 4.000 personas. El ministro, además de conocer el exterior del recinto, puso visitar esta muestra audiovisual ya que permanece en el recinto a pesar de estar cerrada al público. El Santa Bárbara fue el primer pozo declarado BIC. Inició su actividad extractiva en 1913 y la cesó en 1995.