El Pájaro Azul recoge el Premio a la Vida

El Premio a la Vida se concede a quienes hayan contribuido, de forma relevante, a la defensa de los derechos humanos. La vida de Sor Ángela, señaló González-Carbajal, es un ejemplo de ello. Lleva más de 35 años en Kinshasa, en la República del Congo, atendiendo a los enfermos mentales. Allí fundó el Centro Télema, institución que en la actualidad es «la más importante de todo el continente africano en la atención a enfermos mentales».

Según explicó la presidenta de la fundación –quien presentó la candidatura de Sor Ángela al Ayuntamiento–, se dedica a tratar a «personas que allí se ven como embrujadas y que las familias arrojan a la calle». En el caso de las mujeres, la atención del centro es más personalizada, «no sólo psicológica y médica, sino también de formación», para que algunas de ellas «puedan reinsertarse después en la sociedad, trabajar y ser aceptadas por la familia».

Por ello, añadió González-Carbajal, «en nombre de Sor Ángela doy las gracias por un premio que reconoce una labor en un lugar tan alejado del nuestro, pero con gran significado».