Sanidad convertirá el colegio de La Salle de Ciaño en un centro de Salud Mental

Un nuevo proyecto será ambicioso, ya que a la par que mejorará las actuales dependencias, según ha podido conocer EL COMERCIO se pretende incluir un área especifica para niños y adolescentes, en la que los especialistas podrían tratar temas tan delicados como el acoso escolar o el suicidio. Además, se llevarían a acabo programas de atención a las adicciones y la rehabilitación laboral de personas con problemas de salud mental.

Desde Salud se defiende desde hace meses esta posibilidad se defiende que «sería una oportunidad de ensayar un nuevo modelo de atención a la salud mental, flexible, respetuoso y adaptado a las necesidades de las personas usuarias. Un modelo que priorice la intervención comunitaria, el acompañamiento terapéutico, el apoyo familiar o la inclusión laboral y social».

Se trata de un proyecto que «intentaremos madurar rápidamente, ya que la obra podría beneficiarse de la financiación para infraestructuras y equipamientos de salud mental comunitaria que implica una cofinanciación por parte del Ministerio de Sanidad. También se exploran otras vías de captación de Fondos Europeos y otras formas de financiación en el marco de la transición y desarrollo sostenible de las comarcas mineras», explicaron

La idea parece que ya está madura y esta misma semana trasladaron a sindicatos UGT y Comisiones Obreras la intención de adecuar este espacio y convertirlo en un centro de salud mental que lleva años siendo demandado en la comarca del Nalón por los colectivos sociales y los propios vecinos.

El nuevo centro está enmarcado en el Plan de Salud Mental presentado en 2023 que contempla la construcción de tres «grandes» infraestructuras asistenciales, una de ellas en el valle del Nalón. Los tres centros estaban presupuestados, en casi 30 millones de euros. Respecto, al del Nalón, se indicaba que el proyecto se desarrollará entre 2025 y 2029. Con un coste aproximado de seis millones de euros, que podría ser inferior al aprovechar la estuctura del anterior centro educativo

El edificio ha sufrido numerosos daños en los últimos años. Loa actos vandálicos han sido constantes han desaparecido cristales, marcos de ventanas, cañerías y cualquier cosa que se pudiese utilizar o vender.

El complejo es propiedad de Patrimonio que realizó en 2021 una primera inspección al antiguo centro educativo y precisó que «ya se constataron una serie de cuestiones que tienen que ver con su falta de uso, como la aparición de vegetación descontrolada en los espacios libres, así como la desaparición de ventanas que podría traer una mayor entrada de humedad y agravarse su proceso de deterioro». Pero remarcó que el estado general del edificio es aceptable, así como su techumbre; «no se aprecian daños estructurales importantes».

Han pasado tres años desde dicho informe en los que los actos vandálicos no han cesado, por lo que los daños en el edificio han ido aumentando, a pesar de que los vecinos llevan alertando de ello desde su cierre hace ya seis años