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Lugones bendice a las mascotas: «Ellos son la alegría del hogar, son parte de nuestra familia»
En la Iglesia de San Félix, en Lugones, cientos de mascotas son bendecidas en honor a su patrón San Antón
Perros, gatos, aves, conejos y hasta hámsteres recibieron hoy, en la Iglesia San Félix de Lugones, la bendición de su patrón, San Antón. Acompañados de sus dueños, a cada una de las mascotas les tocó su salpicón de agua bendita. Ninguno se salvó. En la misa todos participaron: ladridos, maullidos y el cantar de alguna ave armonizaron aquel hermoso momento. «Ellos son la alegría del hogar, son parte de nuestra familia. Y son compañía para muchas personas que se sienten solas. Por eso es importante que San Antón les de su bendición, para que tengan salud y nunca les falte de nada». Con estas palabras el párroco de la Iglesia iniciaba la misa.
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Y al finalizar, cada uno de los protagonistas de cuatro patas salió de la Iglesia e hizo turno, en fila india, para esperar su respectivo salpicón, mientras sus dueños les sostenían al igual que un niño cuando se le bautiza.
Uno de ellos era Ramón Vega, quien llegó con sus dos perros, Leia y Padi, su hija y su mujer. «Es una tradición venir. Esta es la cuarta vez. Nosotros somos de Luanco y casi siempre asistimos a la bendición allí, pero este año decidimos venir a Lugones. Nos parece un acto muy guapo y además es importante porque nuestros perros son de la familia», explicó el luanquín.
«Que San Antón le dé salud»
Cerca de ellos se encontraba Raiza y su hermana Belkys Torres, con su perro Clever de 10 años. «Esta es la segunda vez que vinimos. La primera fue cuando recién lo adoptamos, hace 10 años que era un cachorrín. El año pasado estuvo un poco mal de salud, y este año decidimos volver para que lo bendigan y San Antón le de mucha salud», comentó la vecina de Lugones.
A pocos metros de Clever, un Yorkshike inquieto, de dos años, llamado Coco, esperaba la bendición del párroco, junto con su dueño Borja Obaya y su mujer. «Somos de Villaviciosa y es la primera vez que venimos, pero teníamos muchas ganas de traerlo porque él es parte de nuestra vida. Espero que la bendición de San Antón le de salud por muchos años y una vida plena», comentó Obaya.
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También Victoria Romero acudió con su perro, Truan, a la bendición. «Truan tiene ya seis años y es la primera vez que vengo a bendecirlo, aunque vivimos aquí en Lugones. Para mi marido y para mí Truan es como un hijo, le queremos mucho y nos gustaría que pudiera vivir muchos años. Es uno más de la familia», afirmó la vecina de Lugones.
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