Luna de miel con final en motín aéreo

Víctor Morán no olvidará nunca la fecha del 25 de junio de 2016, porque fue cuando celebró su boda en Gijón. Pero también le costará borrar de la memoria la noche del 5 de julio. Fue cuando su luna de miel acabó en motín aéreo. «Volotea amenazó con llamar a la Guardia Civil, para que nos echara del aeropuerto, pero los agentes hicieron todo lo contrario, nos facilitaron un lugar para dormir en la terminal».

El gijonés y su mujer son dos de los 114 asturianos a los que la compañía dejó en tierra anteanoche. El vuelo entre Menorca y Asturias tenía previsto la salida a las 23.15, pero no lo hizo hasta las 13.47 de ayer. «Nosotros ya sabíamos, por la web de Aena, que el vuelo no había salido de Zaragoza», asegura gijonés. La confirmación de sus temores llegó de madrugada. «Sería la una cuando nos dijeron que se cancelaba el vuelo. Y empezó lo peor».

Lo peor fue que Volotea «nos ofrecía habitaciones compartidas, para cuatro y seis personas, que ni nos conocíamos. Habitaciones que, además, estaban a una hora de distancia del aeropuerto y de las que solo se comprometían a pagarnos el desplazamiento de ida, pero no la vuelta a la terminal», explica Morán.

Por ese motivo, «nos amotinamos», reconoce el gijonés, quien asegura que «fue la Guardia Civil y Aena quien nos facilitó un lugar donde dormir en el aeropuerto y almohadas para estar más cómodos». De Volotea no supieron más hasta el mediodía del día siguiente.

«Nos dieron un vale de once euros para desayunar. Pero de lo consumido por la noche y los desayunos no se quisieron hacer cargo. Que era cosa nuestra». Morán asegura que la mayoría de los viajeros se sintieron «completamente desatendidos por Volotea» y enumera las quejas: «Se negaban a darnos las hojas de reclamaciones, nos querían echar del aeropuerto, no nos daban información de salida del vuelo... Nos trataron fatal, la verdad».

Avería en Zaragoza

La compañía, por su parte, trasladó ayer a EL COMERCIO su total «pesar por lo ocurrido». Explicó el retraso de 14 horas «en la avería de un avión en Zaragoza». Sin esa aeronave, no solo se retrasó un día la salida del vuelo de Menorca a Asturias, sino que se provocaron más retrasos en las conexiones asturianas, con otros 200 viajeros afectados.

Así, además de los 114 atascados en menorca, 85 pasajeros de la conexión de Volotea entre Asturias y Valencia esperaron cuatro horas y media a la salida del vuelo. Las mismas que tardó el avión en cubrir la ruta inversa. Una hora tuvieron que aguardar en la terminal asturiana los 83 clientes con destino a Ibiza. La compañía lamenta «los daños causados».