Carmen Suárez. Mario ROjas

Alumnos sin escolarizar por culpa del transporte

Olga Esteban

Gijón

Miércoles, 14 de octubre 2020, 01:00

En Peñamellera Baja, dos niños de 7 y 4 años no han empezado el curso porque «el taxi pasa por delante pero no para». En Quirós y Teverga hay niños que hace cuatro horas de trayecto al día para acudir al colegio. En Teverga hay otra niña sin escolarizar en el IES Rio Trubia, porque la parada más cercana está a 5 kilómetros de su casa. En el IES Llanera, la directiva llegó a dimitir en protesta porque los alumnos debían esperar tres cuartos de hora por el autobús. en Cabañaquinta, los estudiantes de Secundaria esperan una hora. En Olloniego «ha tenido que intervenir hasta la Guardia Civil» porque la nueva ubicación de la parada es en «una curva cerrada y sin protección». En Mieres, «año tras año los alumnos de Santullano tienen que movilizarse». En Vegadeo, «hay familias literalmente desesperadas por la falta de transporte». En Gijón, alumnos de los colegios Noega y Nicanor Piñole protestaron por ir mezclados. En Villanueva, Siero, «los alumnos deben recorrer más de kilómetro y medio porque su parada no presta servicio». En Somiedo: estudiantes de Secundaria sin transporte directo hacen cada día 56 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. En La Rebollá, en Riosa, otro alumnos ha dejado de acudir a clase para no a caminar por «una carretera sin luz ni arcén». Celia y Martín son dos estudiantes con discapacidad a los que se ha negado el transporte adaptado porque estudian FP. Este largo listado de problemas con el transporte escolar asturiano fue expuesto ayer en la Junta General por la diputada del PP Gloria García, muy crítica con el funcionamiento del servicio, críticas que reiteraron Nuria Rodríguez, de Podemos, y Ángela Vallina, de Izquierda Unida.

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La cuestión, como los tres grupos de la oposición hicieron ver, es que los desajustes con el servicio se dan todos los años. En esta ocasión, aseguraron, se han acentuado. En Asturias hay unas 900 rutas de transporte, que usan 13.000 alumnos de unos 200 centros. «Vamos a buscar soluciones y encauzar los problemas», se comprometió la consejera, Carmen Suárez, quien aseguró que algunos de los casos mencionados por la diputada popular ya se han arreglado. En cualquier caso, insistió, «vamos a trabajar para minimizar las incidencias».

Unas situaciones que IU calificó de «lacerantes», ya que afectan a «colectivos vulnerables». En general, los problemas se dan en la zona rural (lo que la oposición considera de poca ayuda en la lucha contra la despoblación) y con alumnos de necesidades educativas especiales. En este sentido, Ángela Vallina mencionó el caso del Sanatorio Marítimo de Gijón, donde «las familias se están gastando 200 euros al mes en transporte y algunos se han visto obligados a descolarizarlos». «El transporte escolar no responde a las auténticas necesidades de la ciudadana, sino a los intereses de las empresas transportistas», lanzó Vallina.

Hay una cuestión que se puso ayer sobre la mesa: la anunciada intención del Gobierno regional de modificar la resolución que ordena este servicio y que marca los requisitos que debe cumplir un alumno para contar con transporte. Entre ellos, la obligación de que la parada esté a más de un 1,5 kilómetros de su domicilio. En su momento, Educación anunció que lo cambiaría, pero no se ha hecho. Carmen Suárez dijo ayer que esa sigue siendo su intención, así como aprobar que las ayudas individuales, que pueden alcanzar los 6.000 euros, puedan aprobarse por adelantado.

En este curso la consejería ha recibido casi 200 peticiones de autorizaciones excepcionales.

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