Los asturianos se ahorrarán 57 millones con las nuevas deducciones fiscales

El grueso de este impacto económico se concentra en las deducciones aplicadas al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que Hacienda calcula que podrían beneficiar a unos 100.000 contribuyentes y tener un coste para las arcas públicas de unos 47 millones de euros. De ellos, 15 millones corresponderían a las nuevas mejoras establecidas con respecto a 2023 en el proyecto de ley presupuestario para el próximo curso, y que implican ampliaciones tanto de los posibles beneficios existentes, como de su ámbito de aplicación.

No obstante, todas estas deducciones siguen centrándose en el apoyo a las familias, especialmente a las clases medias y trabajadoras, por lo que se aplican siempre sobre límites de renta, generalmente de 35.000 euros en declaración individual y 45.000 en el caso de que se haga de forma conjunta.

Se trata, entre otras cuestiones, de considerar familias numerosas fiscalmente hablando a todas las que tengan dos descendientes, doblar la deducción por el cuidado de hijos, siempre que no superen los 25 años, llegando la cuantía por el segundo hijo a los 600 euros y la ampliación de las deducciones para quienes trasladen su domicilio fiscal a Asturias por motivos laborales. Antes se aplicaba únicamente en el ámbito del I+D+i pero, a partir de 2024, se aplicará a cualquier tipo de actividad. El propósito, defienden, «es atraer trabajadores y fijar población como parte de la estrategia de reto demográfico».

También se introducen en el proyecto de ley mejoras en las deducciones fiscales al IRPF relacionadas con la vivienda habitual. De esta forma, cuando se trate de la compra de vivienda protegida o en municipio en riesgo de despoblación, la deducción abarcará todos los años en los que haya gasto, y no sólo el ejercicio en el que se realice la adquisición. Por otro lado, también se aumenta la deducción por arrendamiento de vivienda para menores de 35 años.

Por otra parte, el proyecto de ley recoge rebajas importantes sobre el impuesto de Transmisión Patrimonial y Actos Jurídicos Documentados, que consisten en aplicar una política de «impuestos cero al suelo rural». Esto es, bonificación del 100% en las transmisiones en vida de suelo rústico y explotaciones agrarias y forestales para favorecer la continuidad de la actividad y fijar población. El impacto económico será de unos 7 millones de euros.

La principal novedad del nuevo presupuesto, sin embargo, es la reforma del impuesto de Sucesiones y Donaciones, con incidencia en la rama de Donaciones, de forma que las transmisiones en vida entre familiares directos (grupos 1 y 2) de hasta 150.000 euros pasarán a tributar un 2%, un tipo reducido que hasta ahora se aplicaba sólo en donaciones de hasta los 10.000 euros. Esto supondrá un ahorro importante para el contribuyente porque, actualmente, las donaciones de 150.000 euros tenían un tipo marginal de entre el 7,8% y el 10%. Eso sí, la reforma modifica también el tipo marginal aplicable a las donaciones a partir de 600.000 euros, que incrementa hasta el 36,5%, marginal aplicable ahora a donaciones de 800.000 euros en adelante. Con todo, la Consejería de Hacienda cifra entre 1,7 y 2 millones el impacto que esta medida tendrá en las arcas autonómicas o, lo que es lo mismo, el ahorro para el contribuyente, con una previsión de que puedan beneficiarse entre 2.500 y 3.000 personas al año.

A esto habría que añadir el ahorro que supone a los contribuyentes la prórroga de la bonificación del 100% de las tasas ganaderas, de pesca y transporte, y las ayudas directas por nacimiento del primer hijo (1.200 euros) y segundo y sucesivos (1.700 euros), que se eleva a 2.200 en el caso de los residentes en concejos en riesgo de despoblación.