¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Un grupo de turistas, junto a las letronas de Gijón, puntúan el verano asturiano con la nota máxima. CAROLINA SANTOS

Asturias despide un verano de sobresaliente

De moda. Los turistas califican con un 9 su estancia en la región, que se consolida como un destino al alza. Pero ojo, que algunos alertan de que «puede morir de éxito» si se sigue masificando

Domingo, 29 de agosto 2021, 03:02

A las legiones de turistas que han visitado Asturias en los últimos meses ni les falta un verano -como a muchos nativos, que se han ... pasado julio y agosto suspirando mañana sí mañana también por atisbar un rayo de sol- ni les sobra. Porque el veraneo de los foráneos que han elegido la región como destino vacacional en este estío pandémico de llenos hasta la bandera ha sido simplemente redondo: justo lo que esperaban o incluso muy superior a sus expectativas. Así que, cuando se les pide que califiquen su estancia en el Principado del uno al diez, del oriente al occidente, pasando por las grandes ciudades, las puntuaciones no bajan del siete, dejando la media a un punto del diez y titulares que bien podrían inspirar el eslogan de la próxima campaña promocional del Gobierno de Adrián Barbón, como el resumen que hace la vitoriana Mariam Fernández -armada con bastones de montaña, a punto de enfilar alguna cumbre- de su paso por esta tierra: «Estar en Asturias te permite conquistar la felicidad en estado puro». Un sobresaliente de libro.

Publicidad

¿Pero qué es lo que ha provocado que en Asturias no quedase ni una plaza libre de las 95.000 que suma la región y muchos hiciesen su agosto coincidiendo con el ecuador del mes, convirtiendo al paraíso natural en uno de los destinos de moda de este 2021?

Pues, aunque muchos asturianos se hayan desesperado con el no-verano meteorológico (con memes ya célebres como «El verano en Asturias es mi día favorito del año»), han tenido mucho que ver las temperaturas, que transformaron al norte en un oasis a salvo de las olas de calor que azotaban el resto de la piel de toro.

Lo confesaba, por ejemplo, el barcelonés José Miguel Huerta, un reincidente, porque venía por segunda vez y prometía que «habrá más» visitas. Entre otras cosas, por «la temperatura, que no te agobia y te permite disfrutar del monte».

Publicidad

Así que el habitual «hay que ver lo bien que se está aquí con este fresquito» de los vascos y madrileños que, verano tras verano, toman Llanes por asalto se ha extendido a todos los rincones astures, como contaba desde Avilés la valenciana Carmen Castro, criada en la Villa del Adelantado y que es de las que regresa todos los estíos, «porque las raíces siempre tiran» y también en busca «del tiempo»: «En Valencia no se puede vivir en verano», lamentaba.

Hubo incluso quienes -como los sevillanos Rocío Bueno y Álvaro Hidalgo- esperaban «más frío» y se encontraron con que tampoco era para tanto; quien, como la vasca Mariví Leandro, opinaba que en estas latitudes «el tiempo acompaña mucho a todos los planes que quieras hacer»; quien, como Nieves Espeso, llegada desde Medina de Rioseco (Valladolid), defendía que ya ha vivido por estos lares veranos bastante más inclementes que este y hasta quien se quejó de «los días de calor».

Publicidad

Y, junto con el «fresquito», otros de los atractivos que más repiten quienes nos visitan son una naturaleza «con infinidad de verdes» que no tiene parangón y una gastronomía prácticamente imbatible que -junto con los quesos, les fabes y la sidra- ha conseguido popularizar en todo el país productos como el cachopo. Aunque no todos llegaban igual de informados. Y, si no, que se lo pregunten a la valenciana Melody Cervera: «Pequé de inocente y el primer día que salí a comer pedí un cachopo para mí sola».

Tampoco tenía dudas el madrileño Jorge Fernández de que «lo mejor de Asturias es toda su gastronomía». Ni la zaragozana Pili López, que, a la altura de los fogones, situaba también «los paisajes y la gente».

Publicidad

Porque, si hacemos caso a lo que cuentan los turistas, «la amabilidad de los asturianos» es otro de los grandes activos de la región en unos tiempos en los que los obstáculos para viajar al extranjero han provocado que algunas comunidades hayan protagonizado una especie de 'redescubrimiento' nacional en el que Asturias ha sido, posiblemente, la más beneficiada.

Así lo pusieron de manifiesto recientemente los más de 80.000 votantes que participaron en una encuesta realizada por SocioPanel para conocer cuál es la región mejor valorada por los españoles y que determinó que el Principado cuenta con la mejor calificación de entre todas las comunidades y ciudades autónomas, con un 8,5.

Publicidad

Un ranking en el que a la región le sigue a bastante distancia Girona, con una calificación de 6, lo que supone una distancia 2,5 puntos entre la primera y la segunda posición, mientras que Guipúzcoa, con un 5,8, ocupa el tercer puesto. El 'Top 5' lo cierran Cantabria, en el cuarto lugar, con un 4,5, y A Coruña, en quinta posición con un 3,6.

Por el contrario, las peor valoradas por los españoles son Murcia (con un 9,1 en la escala negativa), Teruel (con un 8,8), Granada (con un 7,5), Lérida (con un 6,6) y Albacete, con un 6,2. Y en esta lista de las menos queridas, Asturias se encuentra de nuevo en la parte más baja de la tabla con un 0,1.

Noticia Patrocinada

Pero, para ser justos, también hay peros. Y la mayoría tienen que ver con unas comunicaciones deficientes. Del aeropuerto («venir sale caro y hay pocas conexiones») a las carreteras comarcales («están en muy mal estado en general»).

«Las conexiones para llegar a Asturias y dentro de ella son lo peor del Principado», defendía, por ejemplo, la albaceteña Amparo Martínez, que es de las que adora perderse en coche y conocer pueblos mientras disfruta del paisaje.

Publicidad

Y otra de las cuestiones que ya han empezado a pasar factura es la masificación de algunos enclaves como Cudillero, como apuntaba el almeriense Hugo López, que llegó «huyendo del calor de Andalucía y con ganas de turismo rural».

La barcelonesa Silvia López se encontró de bote en bote la playa del Silencio, un problema que para otros se repitió en el Sella, en algunos museos o en las calles del Oviedo Antiguo, donde «faltan aparcamientos», por no hablar de los ya tradicionales atascos en la ruta hacia los Lagos. Y, de hecho, la vitoriana Belén Tapia se encontró con que «había mucha gente en comparación con la última visita».

Publicidad

Una sensación que también compartían las madrileñas Paula Sánchez y Esperanza Faraldos, de paso por el oriente, que lamentaron «las aglomeraciones y que los aparcamientos fuesen de pago».

Así que el también madrileño Teodoro Lamparero, desde Arriondas y buen conocedor de la región, resumía la situación con una advertencia: «Asturias es una maravilla, pero ahora hay mucha gente y puede morir de éxito». «Ojalá no sea así», deseaba desde Avilés Juan Carlos Álvarez. Y es que toca adaptarse a los nuevos tiempos, empezando por las infraestructuras de lugares como Covadonga, y que Asturias siga siendo ese lugar en el que a la madrileña Claudia González no le importaría «vivir o pasar largas temporadas». El paraíso norteño al que el valenciano Pascual Vila «volvería sin dudarlo ni un segundo».

Con informaciones de Marta Caldevilla, Eva Hernández, Ana Ranera, Gloria Pomarada, Carla Vega, Marta Varela y Juan Vega.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad