«¡Que empiece el Xiringüelu que es la fiesta de la humanidad!»

Ya se puede decir oficialmente que Pravia está de fiesta porque ayer tuvo lugar la lectura del pregón del Xiringüelu que marca el pistoletazo de uno de los fines de semana más intensos de todo el verano en la villa. La protagonista fue la paleoantropóloga praviana, Rebeca García, que se dedica al estudio de la evolución humana y precisamente elaboró un discurso comparando su campo de estudio con la fiesta del Xiringüelu.

«Aunque la imagen que se tiene de las personas que nos dedicamos a la paleoantropología es excavando y estudiando huesos viejos, que también, realmente nuestro interés es intentar contestar a dos de las preguntas que la humanidad se ha hecho desde siempre: ¿quiénes somos y de dónde venimos?», comenzó la pregonera, que acto seguido empezó a responder a algunas de estas cuestiones de una forma un tanto curiosa.

«La primera característica en aparecer en el largo camino de la evolución humana es la bipedestación, algo tan sencillo como andar sobre nuestras dos piernas. No es nada fácil mantenerse erguido y en equilibrio sobre una pierna mientras la otra está en el aire, sin embargo lo conseguimos incluso en condiciones que podíamos definir como adversas. Si no, ¿qué me decís de lo bien que lo hacemos en el práu de Salceú? A pesar de la sidra todos nos mantenemos en equilibrio, aunque quizás en algunos casos podemos atisbar una pequeña reversión evolutiva por la que algunos individuos vuelven a la cuadrupedia», bromeó la pregonera.

«La bipedestación, además, es un sistema de locomoción muy barato desde el punto de vista energético e ideal cuando hace calor. Nos permite caminar largas distancias incluso en las horas en las que más calor hace. Justo lo que vamos a hacer este domingo: caminar y caminar entre caseta y caseta bajo un sol abrasador y con un mínimo avituallamiento, solo nos hace falta un culín de sidra», continúo bromeando Rebeca García.

Terminó con un mensaje muy importante a los pravianos. «Ya sabéis, Xirin solo hay uno y pasa volando y como pregonera puedo decir: ¡Que empiece la fiesta de la humanidad, que empiece el Xiringüelu!».

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