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Un vecino de Bustio cruza el puente, con la compra recién hecha en Unquera, entre Cantabria y Asturias. X. C.

«Bustio y Unquera son un mismo pueblo, partido por la covid»

Los vecinos de las villas fronterizas, unidas más que separadas por el río, aplican el sentido común para afrontar la situación

CLAUDIA ROJAS

BUSTIO (RIBADEDEVA).

Sábado, 31 de octubre 2020, 01:26

Bustio, en Ribadedeva, y la villa cántabra de Unquera son, en la práctica, dos barrios de una misma localidad unida por un puente. Los vecinos de la zona relatan que viven las restricciones de movilidad «con incertidumbre y esperanza», ya que siempre se consideraron «un mismo pueblo, ahora partido en dos por la covid», y que tratan de aplicar el sentido común.

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«Mis padres viven en Noriega (Ribadedeva) y, pese a estar a tan solo unos kilometros, no puedo ir a verlos», oficialmente, relata Raquel Cosío, ciudadana de Unquera (Cantabria) y dueña de la tienda 'Arcoiris'. «Este cierre también lo estamos notando en el número de ventas, ya que tenemos muchos clientes del concejo de Ribadedeva», lamentó.

Para los residentes en Bustio que trabajan en Unquera, acudir a su puesto de trabajo era sencillo, ya que solo con cruzar el puente llegaban a su destino. Ahora, necesitan un permiso que justifique que cambian de comunidad para ir a trabajar. Este es el caso de Daniel Arambarri, que vive en Bustio, pero trabaja en Unquera, «juego con la ventaja de que los guardias saben dónde resido, porque, además, estoy empadronado en Cantabria». Bustio es un pueblo que carece de farmacia, restaurantes, médico, y hasta de supermercado. «El 90% de los ciudadanos de este municipio acudimos al médico de Unquera», cuentan los vecinos. «No vamos a ir a Colombres o a Llanes cuando a tres minutos de la puerta de casa podemos comprar carne y pescado», argumentan.

Otro ejemplo es el de dos vecinos de Ribadedeva que se siguen reuniendo todos los días para tomar el vermú en el restaurante de siempre, 'La Asturiana', en la cántabra Unquera. «Este bar está a tres minutos de nuestra casa, seguimos juntándonos aquí los de toda la vida», explican.

La camarera del restaurante, Marta Romero, relata que muchos de los clientes son de la ribera izquierda del río Deva, la asturiana: «Algunos vienen todos los días a recoger su comida para llevar, llevan haciéndolo años». «Prefiero que no dejen ir de Llanes hacia Oviedo a que restrinjan el tránsito de Bustio hacia Unquera», argumenta. Los habitantes de estos dos pueblos continuan con sus vidas pese a las restricciones de movilidad, algunos lo llevan a rajatabla y otros continúan con sus rutinas de toda la vida. «Solo esperamos que esto acabe pronto. Esta es una zona de paseo y disfrute para mucha gente, esto no nos está ayudando ni social ni económicamente», explican.

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Un inconveniente más amplio

Para los ganaderos de la zona las restricciones no están siendo tan duras. Miguel Llano y Gonzalo Gutiérrez son dos jóvenes del cercano Colombres que llevan su ganado a pastos cántabros: «No estamos teniendo problemas para poder mover a nuestros animales entre las dos comunidades».

El trazado de las carreteras a veces no saben de límites entre provincias. Desde Panes, Borja Fernández, indica cómo está siendo para él poder acudir a trabajar a la Joyería Cuende, en Llanes, «Vivo en Asturias y trabajo también en la provincia, pero para poder llegar a Llanes tengo que pasar por Unquera, por lo tanto necesito un permiso que justifique que debo atravesar la comunidad cántabra».

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