El calor da un respiro a Asturias tras un récord histórico

El 16 de julio de 2022 ha pasado a la historia porque pocos habrán pasado tanto calor en Asturias antes. El nuevo récord de temperatura, probablemente poco deseado, lo tienen en Mieres, pues en su parroquia de Baiña se registró la temperatura más alta del Principado: 41,4 grados a las 17.30 horas. Y no se queda ahí la cosa, pues el termómetro superó los 40 grados pasadas las cuatro de la tarde en otras tres estaciones meteorológicas asturianas: en Lena-Ronzón llegaron a los 40,9, en Panizales-Amieva a los 40,6 y en 40 exactos se quedaron en Soutu-Tineo.

Son valores altísimos y resultado de los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), es decir, no basados en lo que anuncian los termómetros a pie de calle, los cuales se recalientan por efecto directo del sol y por estar en contacto directo con el asfalto y los ladrillos. Si diéramos cuenta de las fotografías que dejaron estos durante la jornada de ayer, buena parte del centro de Asturias alcanzó los 43 grados. Bastaba usar un termómetro de escaneo de los que se hicieron populares en la pandemia por la acera en Siero para comprobar que marcaba 46,3.

«En 53 años que tengo es el primer Carmín en el que paso este calor». La subida de las temperaturas cogió a polesos como Eugenio Otero Vega en plena celebración de la romería por excelencia. El mercurio marcaba ya a las once de la mañana más de 30 grados y, poco a poco, las temperaturas fueron subiendo. Algo, para muchos, «simplemente insoportable». «Voy a bajar dos kilos, no sería la primera vez», afirmaba Otero con el traje regional y la gaita bajo el hombro tras la procesión de la Virgen del Carmen.

Lo particular de la ola de calor que vive España y que se está notando también en Asturias con especial intensidad es, precisamente su duración, pues con la de hoy son nueve jornadas en alerta por altas temperaturas. Y todo, además, coincidiendo en pleno verano con un aluvión de fiestas al aire libre. El humo en Cangas del Narcea salió, al día siguiente de la Descarga, del asfalto, pues las altas temperaturas registradas en el suroccidente fueron difíciles de combatir. «Es bochorno, la humedad hace que sea difícil respirar. Se está mejor en casa que en la calle», apuntaban algunos de los pocos vecinos que se atrevieron a salir durante el mediodía de este domingo.

«Difundimos las medidas de precaución del ministerio para sobrellevar la ola de calor que aquí es cierto que estamos soportando intensamente», señaló el alcalde cangués, José Víctor Rodríguez. Los datos de la Aemet indican que en la estación de Salas se alcanzaron los 39,4 grados a las 16.10 horas, lo que sumados a los 40 grados registrados en Tineo plantean un escenario donde buscar un lugar para refrescarse era la mejor opción.

Lo nunca visto en Gijón

Que el domingo iba a ser un día de calor extremo era algo que la Aemet llevaba días avisando, lo que no bastaba para que la realidad sorprendiera a turistas y asturianos. En Oviedo, donde al igual que en Aller e Ibias, alcanzaron los 39,1 grados, las sombras estaban cotizadas, pues se hacía difícil hasta estar por las calles. Los turistas que aprovechaban para visitar la zona se mostraban «sorprendidos de estas temperaturas en el norte».

«Ando buscando la sombra por cualquier calle que paso, pero ni así se puede estar por la calle», aseguró Irene Torres, refugiada bajo la sombra de la plaza del Paraguas, en Oviedo. Mientras, Félix Fernández optaba por la boina, para «evitar que me dé directamente el sol». «Para intentar sobrevivir, compro mucha agua para estar hidratado, pero aguanta poco fría». El centro de la ciudad mientras apretó el sol estaba, con excepción de alguna terraza donde abundaban bebidas frías, prácticamente vacío. Y eso en pleno mes de julio.

En Gijón lo nunca visto antes en la ciudad ocurrió ayer. Se alcanzaron los 38,5 grados, por encima de los 36 del récord anterior e, incluso, muy por encima de los 35 que anunciaba la Aemet. Y la subida fue muy rápida entre las dos y las cinco y media de la tarde.

Fue parecido en Taramundi, Degaña, Villayón y Pajares también se superaron los 30 grados. Alcanzaron, respectivamente, los 33,3; 33; 31,9 y 30,4 grados centígrados entre las 15 y las 17 horas, que fue cuando en Asturias en su conjunto se registraron las temperaturas más altas.

Todos estos datos dejan atrás los 39,5 grados registrados en Cabrales hace justo un mes, cuando Asturias registró con ellos récord de calor en junio. Las máximas de los últimos siete días recogidas por la Aemet ya hacían prever que esta semana se batirían todas las marcas. Si el miércoles en Mieres hubo 36,7 grados centígrados, y el jueves llegaron a los 35,9 en Ibias, este domingo ha sido la jornada más cálida de la región desde que se tienen datos. Para la historia quedan los datos registrado el 18 de julio de 2016. Tal día como hoy de hace justo siete años, Asturias vivía una jornada para el recuerdo con récords de temperatura incluidos. Entonces hubo, por ejemplo, 38 en Mieres y se alcanzaban los 37 en Oviedo. Ayer, los termómetros subieron tres y dos grados, respectivamente.

Calor hasta por la noche

En Asturias no solo se mira con asombro los termómetros durante el día. La prueba está en Cabrales, donde poco después de las cinco de la madrugada se registraban unos suaves 23,3 grados centígrados. Nada que ver con los 39,7 -el quinto valor más alto registrado ayer en el Principado- registrados a las tres y veinte de la tarde. Más calor aún hizo en Ibias, cuando durante la medianoche de ayer los termómetros de la Aemet dieron cuenta de 26,4 grados. En Tineo, Mieres y Gijón casi se alcanzaron los 20 durante la madrugada.

La previsión de la Aemet explica lo que está pasando, pues a los cielos «pocos nubosos con intervalos de nubes altas, bajas en el litoral occidental» hay que sumar un «viento flojo variable predominando la componente este en el litoral oriental y la componente oeste en el occidental». Es decir, bochorno y poco aire que lo evite. El delegado de la Aemet José Luis Arteche incide al respecto en que la ola de calor aún no se va y recuerda que «lo más duro no son los valores extremos de las temperaturas en sí, sino la persistencia y el hecho de que las temperaturas nocturnas no sean los suficientemente frescas».

En conjunto «vamos a tener casi 12 días de calor extremo». Según los modelos esperan que la situación se normalice el martes o miércoles, de hecho, a la vista de las previsiones las temperaturas llegarán a bajar hasta 15 grados en algunas zonas del interior del Principado y todo, además, con lluvias que aunque débiles ayudarán a enfriar. De alcanzar los 12 días se batirá otro récord. «Posiblemente sea un caso inédito pues fue muy parecido, pero algo inferior, de 11 días, en agosto de 2003, con resultados tremendos en gran parte de Europa, en especial en Francia», recuerda Arteche.

Hoy seguirá haciendo más calor de lo normal, por lo que se recomienda extremar las precauciones. «Después comenzará a remitir la situación» y volveremos tener «temperaturas más veraniegas» en toda la Cornisa Cantábrica.

Problemas en las carreteras

Las consecuencias de la ola de calor no se traducen solo en golpes de calor e insolaciones. Las carreteras, sobre todo las que van o vuelven de los principales arenales de la región, registraron más tráfico del habitual. Uno de los casos más graves se registró a última hora de la tarde en la 'Y' en dirección a Oviedo, cuando un coche se quemó obligando a regular el tráfico y complicar la circulación, ya de por sí lenta como consecuencia de las obras del tercer carril.

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