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Carlos Pulgar, junto al cartel que anuncia la manifestación que se celebrará mañana en Oviedo por la oficialidad. josé vallina

Carlos Pulgar: «Los que se oponen con beligerancia a la oficialidad son de la derechísima»

Carlos Pulgar, Portavoz Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana ·

«El problema nunca es el uso del asturiano entre particulares, es lo que faltaba, sino que la llingua tenga efectos jurídicos ante las instituciones», dice el portavoz de la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana

Jueves, 14 de octubre 2021, 21:47

Dice Carlos Pulgar que la oficialidad no es algo prioritario como comer tres veces al día, pero «sí muy importante», para quienes creen, como ... él, que «el asturiano forma parte de mi identidad». Desde la Xunta pola Defensa de la Llingua asturiana, de la que es portavoz, lleva décadas reivindicando su oficialidad. El sábado la organización asturianista convoca una manifestación en Oviedo. Llevan organizadas más de cuarenta. Pero ésta se celebra con la esperanza de que sea la última.

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-¿Usted habla asturiano desde siempre?

-Llevo hablando asturiano desde que tenía 17 meses. Forma parte de mi identidad.

-¿Pero el que habla ahora, el que se haría oficial, es el que hablaban sus abuelos?

-Sí, básicamente sí. Cuando hablaba con ellos, yo creo que me entendían.

-¿Por qué defienden la oficialidad del asturiano?

-Porque es el mecanismo que establece nuestro ordenamiento jurídico para que los ciudadanos dispongan de igualdad de derechos independientemente de la lengua que hablen. Es la única manera que tenemos para que se reconozcan nuestros derechos lingüísticos y poder hacer vida en asturiano. No es que lo creamos nosotros, es que así lo establece nuestro ordenamiento jurídico.

-¿Ahora no se puede hacer vida en llingua? Usted está manteniendo esta conversación conmigo en asturiano sin problema.

-No, ahora no podemos hacer la vida en llingua. Yo no pude estudiarla en la escuela ni en la universidad y, si quiero hacer un testamento o un poder notarial en llingua, no tendría valor legal. El problema nunca es el uso entre particulares, es lo que faltaba. Cuando una lengua se declara oficial es para que surta efectos jurídicos ante determinadas instituciones u organismos. Y eso ahora no ocurre.

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-¿Es partidario de una escuela bilingüe castellano-asturiano?

-Soy partidario de que las personas puedan escoger la lengua en la que quieren hablar en todas las circunstancias. No es tanto que se quiera modelar a las instituciones, sino de que las instituciones reconozcan el derecho de las personas que quieran usar el asturiano.

-Dicho de otra manera: ¿Le gustaría que su hijo estudiase Matemáticas en asturiano?

-A mi me gustaría que mi hijo acabase la etapa de la Educación Obligatoria, de la ESO, con un conocimiento adecuado de las lenguas oficiales, del castellano y del asturiano, que espero que sea oficial también. El mecanismo por el que se llegue a eso es variado: a través de una asignatura, a través de programas de inmersión... El debate es ridículo.

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-Pero es una de las cuestiones que más tensa el debate de la oficialidad en la calle.

-¿La calle? Será la parte derecha de la calle. Algunos diputados en la Junta General no tienen ni idea del sistema educativo y mezclan inmersión con bilingüismo. Una vez que haya oficialidad, habría que ver qué falta para que, al acabar la ESO, los estudiantes tengan un determinado conocimiento del idioma. Lo primero, que se recoja en el artículo 4 del Estatuto de Autonomía la oficialidad del asturiano. Después de eso, con el tiempo y los años ya se verá cómo se define.

-¿En qué modelo habría que inspirarse: en el gallego, en el catalán, en el vasco...?

-También está Navarra, Valencia, Baleares... Más de la mitad de la población española vive en territorios con lenguas oficiales. No sé si me gusta más el modelo de Betanzos o el de Requena. Eso lo deben determinar los partidos que democráticamente ganen en cada sitio. Lo que hay que hacer es respetar el derecho de los que queremos hablar asturiano y, luego, desarrollarlo según lo que pide aquí la gente, lo que se necesita y lo que demanden los hablantes asturianos.

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-¿Qué les parece la oficialidad 'amable' que propone el presidente del Principado?

-No entendemos. O tienes derecho a una cosa o no la tienes. Las lenguas son oficiales o no oficiales. Los epítetos no creo que valgan para mucho en este caso. Supongo que él habrá encontrado en ese calificativo una manera didáctica de explicar qué quiere hacer en este sentido.

-¿Cómo se ha llegado a este nivel de crispación a cuenta de la oficialidad?

-Ocurre es que hay gente que reivindicamos un derecho y gente que se opone. Gente de un espectro ideológico muy concreto. Lo vimos con el divorcio, con el matrimonio del mismo sexo...

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-Entonces, ¿es una cuestión de ser de izquierdas o de derechas?

-No tendría por qué ser así y hay de todo. Pero es palmario en los últimos años que los que se oponen con beligerancia a la oficialidad pertenecen al espectro de la derecha, derechona, derechísima, con sus fantasmas para meter miedo. Y con la extrema derecha, sí, ahí las posiciones son enfrentadas. De todas formas, hay una mayoría hipercualificada en la Junta General para que la oficialidad salga adelante. Yo creo que está más cerca que nunca. Esperamos que sea de esta vez.

-¿Qué esperan de la manifestación de mañana?

-Que sea la última, porque eso significaría que se ha aprobado la oficialidad. Reivindicaremos libertad, justicia y futuro en un ambiente festivo y esperamos que la gente se anime a participar.

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-Más allá de lo que ocurra en el parlamento autonómico, ¿cuenta el asturiano con apoyo social?

-Es evidente que hay más ambiente para la reivindicación del asturiano, quizá también porque se ve que hay una posibilidad clara de modificar el Estatuto. Que nadie piense que esto es una ocurrencia de ayer por la mañana. No es algo prioritario como comer tres veces al día, pero sí muy importante. Mucha gente no lo sabe o no lo quiere saber, pero la primera manifestación después de la muerte de Franco, en 1977, fue para reivindicar el asturiano.

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