«Hay que ser cauto, el terreno está inestable»

El homenaje que cada año se rinde en los Lagos al equipo de rescate que falleció en la infructuosa búsqueda del niño Germán Quintana, desparecido en los Picos un 7 de junio de 1987, sirvió también ayer para pedir «precaución» a quienes salen a la montaña, con el recuerdo de la mujer vasca fallecida este sábado mientras hacía la ruta del Cares. Miembros de la Unidad Canina de Rescate del Principado, Guardia Civil y Guardería, además de un exresponsable del Gobierno vasco y familiares de uno de los fallecidos, Corsino Suárez, quien fuera el primer responsable de Protección Civil de Asturias, acudieron a la cita. «El terreno está muy inseguro a causa de las lluvias, cayó mucha agua y hay mucha piedra suelta», indicaban en la Unidad Canina de Rescate del Principado. Ellos mismos lo comprobaron ayer, mientras entrenaban a sus perros. Asimismo, desde este colectivo incidieron en hay que ser cauto cuando se sale a la montaña.

En aquel accidente de hace poco más de tres décadas falleció toda la tripulación del helicóptero que buscaba a Germán. El 12 de junio de hace 31 años aquella aeronave se estrelló en la falda del Pico Sohornín, junto al lago Enol. Además de Corsino, murieron el piloto Juan Carlos Carraledo, el mecánico Ramón Renovales y los guías caninos Lourdes Verdes Elorria, Joseba Zabala, Javier Gallastegui y Luis Ángel Díaz. También quedaron carbonizados los cuerpos de los cuatro perros que participaban en las tareas de búsqueda ('Heni', 'Hator', 'Lon' y 'Bizcor'). Esta tragedia fue el germen de la Unidad Canina de Rescate del Principado.