Celaá califica de «falaz» la acusación de querer acabar con la escuela concertada

No está todo dicho, ni mucho menos, sobre la nueva ley educativa. Tras las movilizaciones del domingo, cuando miles de familias y docentes protestaron en todo el país contra la normativa, tras las declaraciones de unos y otros sobre su contenido, la ministra Isabel Celaá defendió ayer una vez más la Lomloe.La responsable de Educación en el Gobierno se mostró segura de que la ley permitirá mejorar los resultados de los estudiantes. «La pieza clave será la excelencia, que está bien afincada en el proyecto de ley pero con equidad para todos; seremos promotores de talento», dijo.

Pero lo cierto es que más allá de los contenidos de las materias y de la posibilidad de pasar de curso con materias suspendidas, lo que ha ocupado el debate público es la polémica con la escuela concertada. Esta red asegura que la Lomloe pretende su desaparición, entre otras cosas, por eliminar del texto la «demanda social» que ahora garantizaba la continuidad e incluso ampliación de los conciertos educativos. Según Celaá, no obstante, esta acusación es «algo falaz». La ministra lamenta que la ley está rodeada de «'fake news'» tanto en lo referente a la escuela concertada como en la educación especial.

Seguirá habiendo conciertos, dice, aunque sí existe el objetivo de «retirar determinados excesos que han llevado a mejorar de manera absolutamente artificial a la educación concertada frente a la pública durante siete años». Para la ministra, la educación pública «está en un desequilibrio inmenso en relación a la concertada y habrá que corregir desequilibrios». Además, criticó duramente al PP, que ha anunciado que en las comunidades en las que gobierna legislará para esquivar la ley educativa.

El Sindicato de Estudiantes, por contra, cree que la Lomloe no es suficiente y que la escuela pública necesita un «plan de rescate».

Por su parte, desde Escuelas Católicas, su presidente, Simón Cortina, calificó ayer de «rotundo éxito» las manifestaciones de Gijón y Oviedo, donde «participó un mayor número de vehículos y personas que el que esperábamos». «Ni la movilización llega tarde, ni será la última», dice el director del colegio Corazón de María, que explica que «no queremos una ley de otro signo político, aspiramos a un pacto educativo sobre las bases del consenso y el entendimiento mutuos. Nuestros centros son plurales y cuentan con familias simpatizantes de los diferentes partidos políticos». E insiste en que habrá más movilizaciones: «En España representamos el 27% de la enseñanza y en Asturias, el 30%. Somos un colectivo importante. Uno de cada tres alumnos no universitarios de Asturias estudia en un colegio concertado. ¿Se puede ignorar esto?»

En Asturias, el presidente Adrián Barbón rechazó ayer referirse a esta cuestión. Lo hará, dijo, en sede parlamentaria, en el Pleno mañana, ya que Vox y PP le han planteado varias preguntas al respecto.