Cs se apoyará en el pacto antitransfuguismo para limitar los recursos a Bartolomé

La mesa solo debe «tomar conocimiento» de la comunicación hecha por Cs y, en consecuencia, «acordar la incorporación del señor Fernández Bartolomé al Grupo Mixto». Sería el octavo grupo de la Cámara y la mesa y la Junta de Portavoces deberán decidir «las consecuencias de la nueva situación derivada de la reducción del número de Diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos y de la activación del Grupo Mixto».

De cara a ese debate Ciudadanos apelará al Pacto Antitransfuguismo. En su tercera adenda, del año 2020, pasó a denominarse pacto «por la estabilidad política» y extiende la definición de tránfuga. Pasa a serlo todo representante político «que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los presentó a las correspondientes elecciones, haya abandonado el mismo, haya sido expulsado o se aparte del criterio fijado por sus órganos competentes».

Cuando existan dudas de si un electo es un tránsfuga, su partido de origen será «quien aclarará por escrito» si lo expulsó. A las personas a las que se aplique esta definición se les restringe la capacidad de intervención a «los mínimos derechos que constitucionalmente le correspondan», se especifica que no podrán mejorar su situación ni el partido que ha perdido a ese miembro puede verse perjudicado por ello. Es decir, los naranjas tratarán de que bajar de cinco a cuatro diputados no les merme asignación ni tiempos de intervención.

La expulsión de Fernández Bartolomé de Ciudadanos abre varios debates. El diputado mantiene que los partidos están obligados a seguir un funcionamiento democrático, y que en el caso del grupo de Cs, el reglamento que tenían registrado imponía dos reuniones semanales para debatir y decidir el sentido de los votos. Según su tesis, no se celebraron las reuniones y por eso emitió en tres ocasiones votos discordantes con el resto del grupo. Dar por buena ahora su expulsión por esas discrepancias sería, a su juicio, tanto como amparar comportamientos antidemocráticos. El informe del letrado aconseja no entrar en ese fondo, lo que dejaría la puerta abierta a Fernández Bartolomé a recurrir ante los tribunales.

Está luego la cuestión de los tiempos de intervención y recursos con que contará como portavoz del Grupo Mixto. También su posición como secretario segundo de la mesa. El puesto salió por votación, y para recuperarlo Ciudadanos debería lograr una mayoría parlamentaria que le avale. Para ello blandirá de nuevo el pacto antitranfugismo, que especifica que los tránsfugas no podrían participar de las juntas de portavoces ni de las mesas de las cámaras.