La Confederación empieza a limpiar los ríos

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) inició ayer los trabajos de limpieza de los depósitos acumulados en el río Nalón a su paso por Tudela Veguín que fueron causados por el fuerte temporal de lluvias.

La Confederación detalló que entre las numerosas incidencias producidas a consecuencia de las inundaciones del río los pasados 23 y 24 de enero, en las inmediaciones de la fábrica de cemento, que comunica Tudela Veguín con Veguín de Allá, se han acumulado grandes cantidades de madera arrastrada por el caudal debajo del puente, algo que ha originado una importante reducción de la capacidad de desagüe y ha puesto en riesgo, además, la estabilidad del puente.

La encargada de llevar a cabo las labores de limpieza fue la empresa pública Tragsa, que retiró todos los depósitos acumulados, despejó los vanos y recuperó la sección de desagüe. Las actuaciones formaron parte del plan general de mantenimiento y saneamiento de cauces de la empresa, que contempla un presupuesto que asciende hasta los 600.000 euros vigente hasta el próximo mes de julio.

La limpieza de los destrozos continuó también en la villa de Trubia. No obstante, allí, los vecinos de trece asociaciones firmaron un comunicado conjunto en el que criticaron al Ayuntamiento de Oviedo por la «falta de mantenimiento de caminos y colectores» y denunciaron el «escaso personal». También instaron al Gobierno regional a arreglar la carretera AS-313, que, según sus palabras, «se va desmoronando en sus laderas con cada lluvia».

Los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios de Oviedo corroboraron las críticas de los vecinos. Fran López, uno de los integrantes de este servicio, afirmó que «los mínimos son muy justos» y que «una plantilla mermada no ayuda mucho cuando se viven estas alertas».

En Oviedo, además, la cuarta planta del edificio de la Consejería de Educación amaneció inundada. Allí, lo que en un primer momento pareció el producto de las fuertes lluvias, resultó haber sido causado por la rotura de una tubería de la planta superior. Según fuentes de la consejería, no hubo graves daños que lamentar, pues «todo se arregló con una simple fregona».