«Sabemos cuánta gente puede ir este fin de semana a El Molinón, pero no a El Bibio», critican IU y Podemos

La Liga de Fútbol iniciará este fin de semana su temporada 2021/2022 con público en las gradas. La vuelta de la presencialidad a los partidos demuestra que la incidencia del coronavirus está remitiendo, pero aún precisa de restricciones. De hecho, el aforo estará limitado al 40% de la capacidad total de los campos.

En el caso de eventos deportivos que se desarrollen en recintos cerrados, ese aforo se reduce al 30%. Estas limitaciones son válidas tanto para competiciones profesionales como no profesionales. Las autoridades sanitarias exigirán, además, franjas horarias para entradas y salidas escalonadas; el uso obligatorio de la mascarilla en todo momento, sin posibilidad de quitársela ni para comer ni para fumar; garantías de una distancia interpersonal de 1,5 metros; y que los asientos, en la medida de lo posible, estén preasignados.

El consejero de Salud, Pablo Fernández, habló de estas indicaciones en la comisión parlamentaria extraordinaria que cada semana se celebra en la Junta General del Principado para informar de la evolución epidemiológica de Asturias y de las medidas de contención que está adoptando el Gobierno autonómico. Las restricciones relativas a los eventos deportivos, cuyas bases se sentaron en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y que serán efectivas, en principio, hasta el 29 de agosto, no recibieron mayores reproches por parte de los grupos políticos. «Los eventos deportivos nos van a examinar como sociedad, que no nos pueda la pasión», sostenía esta mañana el consejero.

La movilidad de las aficiones es lo que más preocupa y el responsable de Salud Pública, Rafael Cofiño, reconocía esta mañana que «es un tema complejo», pero «ya llevamos conviviendo con el problema de la movilidad todo el verano». En cualquier caso, lo que desató la polémica no fue el deporte, sino la feria taurina de Begoña, en Gijón, o la novillada prevista en Cangas de Onís. IU y Podemos pidieron explicaciones sobre la prevención del coronavirus en estos espectáculos. Ambas formaciones pidieron «claridad» ante la «ambigüedad» de las sucesivas resoluciones autonómicas, en las que se recogen aforos muy distintos para las plazas de toros, que van desde 300 hasta 5.000 personas, distribuidas en sectores de 1.000.

Pero la claridad no llegó, pues tanto Pablo Fernández como Rafael Cofiño derivaron a las entidades locales la última palabra sobre los espectáculos taurinos, tal como se decidió en el Consejo Interterritorial. «Que nadie tenga ninguna duda de que revisaremos este tipo de acontecimientos con las autoridades locales para que se cumplan los protocolos de prevención», garantizaron, sin llegar a concretar el asunto. Tanto es así que desde IU se insistió en la necesidad de evaluar el desarrollo de la Feria taurina de Gijón y la novillada de Cangas. «Sabemos cuánta gente va a poder ir a El Molinón, pero no a El Bibio», criticaron, llegando incluso a advertir de posibles consecuencias legales.

Por mucho que el director general de Salud Pública insistió en la necesidad de aparcar las cuestiones ideológicas cuando se está hablando de coronavirus, IU y Podemos insistieron en calificar de «esperpento» la situación. «Aquí no se viene a hablar de corridas de toros sí o corridas de toros no, aquí venimos a hablar de covid sí o covid no», afeó el Partido Popular cuando le llegó el turno. Y Ciudadanos tampoco se quedó atrás: «Abordan el tema de los espectáculos taurinos por una cuestión de oportunidad política, porque no les veo tan preocupados por los riesgos para la salud de chiringuitos, casetas y otros eventos...».

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