Los expertos temen una tercera ola más dañina a mediados de enero
Preocupa el hecho de que el repunte de casos se produzca a partir de una incidencia mucho más alta que cuando comenzó la segunda
LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Miércoles, 16 de diciembre 2020, 01:22
Expertos en epidemiología y salud pública no dudan de que se producirá una tercera ola en el Principado, esa de la que el presidente autonómico, basándose en el criterio de la Ciencia, también lleva advirtiendo semanas. Ahora que la curva de la incidencia de la covid va en descenso en la región, se repite el escenario que se vivió a final de la primera ola, allá por el mes de junio. La diferencia es que la tercera ola podría sobrevenir en un momento en que, a diferencia de entonces, los casos no están en mínimos, sino aún rondando los 200 casos por 100.000 habitantes y más de medio millar de enfermos con covid-19 hospitalizados, un centenar de ellos en la UCI. Una situación aún muy delicada que podría incrementar la fuerza con la que esa tercera ola barrería la región, opina exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña. «Existe la posibilidad de que la tercera ola sea aún peor, porque partiría de unas incidencias que aún son muy altas. Por tanto, el ritmo de contagios y la transmisión del virus probablemente sea mucho más potente, más amplificada» que en las dos anteriores.
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En similar línea se expresa el epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, Pedro Arcos, quien considera arriesgado haber abierto ya esta semana negocios de hostelería. «Yo hubiera esperado un poco más, a que la incidencia estuviera más baja. Y solo habría autorizado la hostelería de exterior», añade. ¿Cuánto tiempo habría que haber aguardado según su criterio? «Probablemente un par de semanas». En cualquier caso, «hasta que la incidencia acumulada a catorce días estuviera en cincuenta u ochenta casos por 100.000 habitantes», precisa. El fin de la suspensión de actividades no esenciales decretado el 3 de noviembre, con la reapertura desde este lunes de bares, centros comerciales o gimnasios, «nos pone claramente más cercas de la temida tercera ola», opina.
Contribuirá a ello, añade, que diciembre es uno de los meses de mayor movilidad e interacción social del año. Con las vacaciones escolares y laborales a la vuelta de la esquina, muchos días de fiesta y reuniones familiares, el peligro «es lo que hemos visto en otras ciudades, que la gente se tira a la calle». Precisamente es a la gran movilidad que se produjo durante el puente de la Constitución a la que ahora se achaca que, en varias comunidades autónomas en las que la incidencia llevaba una tendencia a la baja desde hacía semanas, haya cambiado de dinámica y haya repuntado en los últimos días. Si en Asturias ocurre lo mismo en Navidad, «entre la segunda y la tercera semana de enero tendríamos un incremento importante de casos», calcula Arcos.
Esa mayor interacción social, las reuniones en espacios cerrados e incluso las aglomeraciones en espacios públicos es lo que preocupa a López Acuña, que insta a la población a mantener conductas «más austeras» en estos días. Siempre «sin bajar la guardia». Es decir, manteniendo las medidas de seguridad, usando constantemente la mascarilla y restringiendo en la medida de lo posible las celebraciones a la unidad de convivencia. Mantener a raya al virus en las próximas semanas será una cuestión que dependerá de la combinación de la responsabilidad individual, social y pública.
También Adonina Tardón, catedrática de Salud Pública de la Universidad de Oviedo, asegura que «si ocurre lo mismo que ocurrió el pasado verano» arranquemos 2021 con la amenaza cierta de una tercera ola aunque ella quiere confiar en que su intensidad no llegue a la dureza de esta segunda ola, «que no sea tan letal». En primer lugar, porque «ahora la prevalencia de personas contagiadas ya es mayor que lo era entonces». En segundo lugar, porque «a lo mejor tenemos suerte y llega la vacuna antes que la tercera ola».
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Concentración de los contagios
El riesgo, anotan, es que la mayoría de los contagios que puedan ocurrir estas fiestas se concentren en el 24 y 25 de diciembre y, sobre todo, que se exponga a la población más vulnerable, el colectivo de mayores de 65 años, los que en mayor proporción acaban requiriendo de ingreso hospitalario. Porque eso significaría que buena parte necesitaría atención en el mismo periodo de tiempo y el sistema sanitario podría verse incapaz de absorberlos a todos. «Si la gente no respeta las normas y no protege a los vulnerables, a finales de enero podemos vernos en una situación muy complicada», afirma un médico de Atención Especializada.
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