«Pepita está estupenda, muy abrumada por el cariño recibido»

«¿Que cómo está Pepita? Está estupenda, se encuentra muy bien, sin ningún efecto secundario. Está abrumada por toda la atención generada por ser la primera, y por el cariño recibido». Así describe Victoria García, directora de la Residencia Mixta de Pumarín, en Gijón, el estado físico y anímico de Eulalia Josefa Paleo, Pepita, que el domingo fue el centro de atención de toda Asturias al convertirse en la primera vacunada de la región contra la covid-19.

En el geriátrico gijonés ya han recibido el pinchazo 247 residentes, es decir, la gran mayoría. Son un total de 282 y solo veinte se han negado a ser vacunados. Algunos que sí habían dado su consentimiento pero no están estos días en la residencia, por estar de vacaciones navideñas, lo harán próximamente. También lo hará el 80% de los casi 400 trabajadores.

Mauro Cuesta tiene a su madre, Gloria Fernández, de 94 años, ingresada en el centro. «Ella se encuentra bien, solo le dolía un poco el brazo», cuenta Mauro. Gloria lleva una década viviendo en la Mixta, casi tanto como Pepita, residente desde hace doce años. Ambas son amigas, aunque ahora están en plantas diferentes. Mauro recuerda, de sus frecuentes visitas a la residencia antes de la pandemia, que Pepita «estaba siempre limpiando y ordenando su habitación, es muy activa».

Victoria García confirma que, afortunadamente, ningún inquilino del geriátrico ha manifestado ningún efecto adverso grave de la vacuna. «Como mucho, alguno tiene alguna molestia en el brazo, en la zona del pinchazo», señala. Se trata de una consecuencia habitual en cualquier tipo de inmunización. Las autoridades sanitarias también apuntan la probabilidad de sufrir otros efectos desagradables pero leves, como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular o cansancio.

El plan del Sespa es, tras el retraso de ayer, prosigan las vacunaciones en el Área Sanitaria V (Gijón) durante las próximas dos semanas.