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El prao de Overo se llenó de grupos a medida que se fue aproximando la hora de comer. FOTOS: PALOMA UCHA

Doce horas de fiesta en la Jira de Trasona

Unas 10.000 personas se congregaron en Overo y Gabitos para celebrar el tradicional Primero de Mayo en el pantano

Martes, 2 de mayo 2023, 03:04

En Corvera había ganas de fiesta y ayer miles de personas lo demostraron en la tradicional Jira al Embalse de Trasona, una romería que nació hace nada menos que 65 años y está declarada de Interés Turístico Regional y que volvió a recordar a sus mejores años con un notable aumento de los asistentes con respecto a la pasada edición, que era la primera que se celebraba tras el parón de dos años por la pandemia.

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Bien es cierto que ayer la gente fue algo remolona y tardó en llegar a la zona de la fiesta. Parte de la culpa la tuvo la meteorología, que cambiante amenazó con lluvia durante las primeras horas de la mañana. Sin embargo, los romeros tuvieron suerte y gozaron de una jornada de sol, por eso a partir de las dos del mediodía ya era muy difícil encontrar un hueco en ninguna de las dos orillas del embalse en el que colocar la mesa y las sillas entorno a una de las típicas parrillas que hay dispersas por el área recreativa corverana.

La receta que hace que esta fiesta triunfe desde hace más de seis décadas es para algunos muy sencilla: «Que haga buen tiempo, un paraje extraordinario como el del embalse y ganas de pasarlo bien con la familia y los amigos», apuntaba ayer Rogelio Fernández, que a sus 81 años fue de los primeros en llegar al entorno del pantano cargado de bolsas con comida y seguido bien de cerca por sus nietos y sus tres hijas.

Rogelio y su familia, como muchos otros, llenaron el área recreativa en cuanto terminaron las pruebas de piragüismo que se disputaron a primera hora de la mañana y que reunieron a decenas de personas en la pasarela del embalse, en la que no cabía ni un alfiler.

Eso sí, antes de empezar a comer y a escanciar sidra en el prao hubo todo tipo de actividades relacionadas con la fiesta como música electrónica en directo para los más jóvenes en la parte alta del pantano, pasacalles a cargo de la Banda de Música de Corvera y, como no, el tradicional concurso de tortillas al que se presentaron mayoría de mujeres, pero que contra todo pronóstico ganó con orgullo el avilesino José Iglesias. También se celebró un concurso de dibujo infantil, en el que participaron más de sesenta niños que plasmaron sobre el papel su particular visión de la Jira de Trasona.

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Como hay cosas que no cambian por mucho que pasen los años, Overo volvió a ser el escenario del ambiente más familiar mientras que Gabitos sigue siendo el territorio de los más jóvenes. En el entorno del palacio de Trasona se colocaron hinchables y juegos infantiles, además de los tradicionales puestos de comida y de productos artesanales. «Los vendedores nos trasmiten que el ambiente está siendo muy bueno y que están muy contentos, se nota que la gente tenía ganas de fiesta y el pantano está a topa un año más», celebraba a mediodía Adolfo Camilo Díaz, gerente del Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Corvera, que se encargó de coordinar la mayor parte de las actividades de la jornada festiva.

En Overo las familias disfrutaron de la comida y la bebida durante horas. Ayer se dieron cita en Trasona asturianos llegados de todos los rincones de la región, pero también algún que otro visitante del otro lado del charco, como Mercedes Mendizábal y su familia, oriundos de Guatemala que ayer descubrieron qué era eso de una fiesta de prao. «Nunca habíamos estado en una fiesta como esta y nos parece impresionante, nos está encantando», confesaba esta guatemalteca, que preparó con cariño un ceviche tradicional de su país «que combina muy bien con la sidra de aquí», bromeaba.

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Cerca de su mesa se colocaron Bea Esteban y sus amigos, que también se estrenaron en la Jira de Trasona y además representaban a unos cuantos concejos asturianos. «Pues mira, venimos de Avilés, Grao, Gijón y yo soy de El Entrego. No habíamos estado nunca en esta fiesta, pero el mes pasado nos lo pasamos tan bien en la Comida en la Calle de Avilés que quisimos repetir por la zona», reconocía este grupo de amigos, que estaban bien preparados y además de mesa y sillas plegables montaron toda una carpa, «nos sirve por si al final llueve o para protegernos del sol», reconocían.

Otros prefirieron optar por un despliegue algo más sencillo y tomarse al sol con una toalla en familia. «Si no hace falta más, con esta empanada gigante ya tenemos de sobra», bromeaba Arancha Fernández, que hizo gala de su generosidad e incluso se acercó por el resto de mesas a ofrecerle un trozo de empanada a los desconocidos. «¿No ves que aquí casi nos conocemos todos? Es una fiesta familiar».

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'Pantanazo' para los jóvenes

La Jira de Trasona es una celebración familiar, sí. pero si se caracteriza por algo es por gustar también a los más jóvenes que convierten el área recreativa de Gabitos en una auténtica fiesta. Desde las once de la mañana comenzó a sonar la música electrónica del Pantanazo, un festival que este año celebró su décima edición y que reunió a la juventud en una carpa en la que actuaron artistas como Mendo, Héctor Llamazares, Fombella, Apez, Chanin o Damián Martín, entre muchos otros. El festival duró toda la jornada y se clausuró a eso de las diez de la noche.

Fue entonces, después de todo un día de jolgorio, cuando los jóvenes peregrinaron hasta la zona de Overo, donde se instaló un escenario en el que la orquesta Pasito Show animó el cierre de la jornada con una verbena de las que no faltan en ninguna romería que se precie.

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En definitiva, la Jira el Embalse de Trasona demostró que sigue siendo una de las fiestas con más solera y atractivo de la comarca y que, a pesar del parón obligatorio durante los años de la pandemia, sigue reuniendo entorno al pantano a miles de personas que disfrutan de una jornada en familia al aire libre, bien sea disfrutando tranquilamente de una comida, disfrutando de actividades, juegos y pruebas deportivas, o bailando durante horas al ritmo de la música electrónica en un paraje natural que durante el primero de mayo se llena de vida.

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