«Realmente el timado fui yo»

El Juzgado de Lo Penal de Langreo acogió el primero de los juicios a siete hosteleros por fraude a Hidroeléctrica

MARTA VARELA

Viernes, 7 de noviembre 2014, 00:26

Hidroeléctrica del Cantábrico (HC) solicitó ayer una sanción económica, «oportuna», para un empresario langreano acusado de presunto fraude eléctrico en 2013. Lo hizo, tras la vista judicial, la letrada que defiende los intereses de la compañía eléctrica. Es un fraude que el informe de la eléctrica cifra en 692 euros aunque no especifica desde cuando se cometió la presunta irregularidad, descubierta el 6 junio de 2013. Por su parte, la fiscalía pidió el sobreseimiento del caso y el abogado defensor, la libre absolución del acusado al entender que «se mostró sorprendido, colaborando en todo momento y que desconocía que pudiese estar cometiendo fraude», además de considerar que al haber más negocios en esta situación «una acción plural de defraudación».

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Este ha sido el primero de los juicios que se celebrarán en fechas próximas en Langreo.

Fue en noviembre de 2013 cuando, tras las nuevas investigaciones, HC energía cortó la luz al menos a siete negocios hosteleros por presunto fraude. En todos los casos se había manipulado el contador, que tarificaba sólo una de cada tres partes gastadas. Todos los empresarios coincidieron en que una persona -que aseguraba pertenecer a HC- les prometía un ahorro en su factura de forma legal. Les cobraba 400 euros a cada hostelero. La cantidad de negocios implicados en el fraude hizo sospechar a un inspector de HC Energía. En la vista se explicó que los fraudes se detectaron cuando la Policía de Gijón, en el marco de unas escuchas telefónicas de una operación antidroga, detectó los nombres de negocios que podían manipular sus contadores.

Informada la empresa eléctrica, uno de sus inspectores, que ayer declaró en el juicio, se personó en Langreo en junio de 2013 y cortó el suministro al primero de los negocios. El propietario del mismo, como quedó patente en la sesión, no opuso resistencia y, en todo momento, insistió en que no sabía cómo se había manipulado el contador, que no estaba forzado y fue abierto con la llave especial que sólo tiene el personal de Hidroeléctrica.

La versión del acusado apuntaba a que, aproximadamente, un mes y medio antes de la llegada del inspector «un tal Armando vestido con el traje de HC me dijo que me pondría un aparato que me permitiría ahorrar al final de año en mi factura eléctrica. Yo le autoricé y me cobró cuatrocientos, lo que me hace pensar que, realmente, el timado fui yo», concluyó.

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