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El cierre de las estaciones de esquí deja una estampa atípica en estas fechas en Felechosa, con las calles completamente vacías. JESÚS MANUEL PARDO

«Dábamos más de cien menús y ahora no llegamos ni a media docena»

Hosteleros y comerciantes de Felechosa alertan de que el cierre de las estaciones de esquí está llevando a sus negocios a la ruina

MARTA VARELA

FELECHOSA (ALLER).

Lunes, 28 de diciembre 2020, 02:55

Para el pueblo allerano de Felechosa este invierno está siendo gris. El cierre de las estaciones ha dibujado una estampa atípica para estas fechas. Calles vacías, negocios cerrados y otros a medio gas en una población que lleva años siendo un eje central del turismo de invierno y que ahora parece un lugar abandonado. Al menos así lo sienten quienes viven o trabajan allí. «Vemos más gatos que personas. En Felechosa siempre hemos sido hospitalarios y la gente que venía nos daba mucha vida. Ahora todo eso nos lo han arrebatado sin decirnos nada. No dejan abrir las estaciones de esquí asturianas, ni subir a esquiar a San Isidro... No lo entendemos, nos dejan hundirnos», describe Valentín González, vecino. Lo hace mientras pasea al mediodía por las calles desiertas, donde apenas pasan personas o coches. «Ves, esto tenía que estar lleno de coches y de gente, pero ¿qué hay? Nada», relata apuntando hacia varias zonas del pueblo.

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Felechosa, con 600 vecinos, cuenta más de 400 viviendas, muchas de ellas segundas residencias, media docena de establecimientos hosteleros, tiendas de alimentación, tiendas de deporte... Todo ello enfocado al turismo que generan de noviembre a abril las estaciones invernales. Patricia Wagner nos recibe en su establecimiento, Peña Pandos, con el hotel cerrado y el bar-restaurante a medio gas. «Nadie se ocupa de nosotros, nos tienen olvidados nosotros no podemos contratar a nadie y casi no tenemos para seguir adelante en estas fechas. Los fines de semana dábamos más de cien menús al día, ahora no llegamos a media docena y, claro, con eso no cubrimos gastos», explica.

La imagen que muestran los apartamentos y casas rurales en la zona, con las persianas bajadas, se repite por cada esquina y los aparcamiento que siempre están a rebosar ahora están libres. En los comercios, apenas hay actividad. «No alquilamos nada, algunas raquetas para caminar por la nieve. Las ventas han caído un 80% y el alquiler de material más del 90%», indica José Vaquero, gerente de Skimal, una tienda especializada en material de esquí. «Llevamos abiertos un mes y como mucho nos quedan otros cuatro para sobrevivir. Necesitamos que abran las estaciones o que dejen pasar a León para tener un futuro y no cerrar definitivamente», añade. A su tienda entra Juan José García, de Oviedo, cliente habitual. «No confío en que este año nos dejen esquiar, ni hemos comprado forfait, ni material nuevo. Estamos indignados porque no sabemos qué mal hace practicar esquí», critica.

«Cumplimos las normas»

En el centro de Felechosa se encuentra la cafetería Jeyro, un negocio tradicional del que viven cinco familias. Paula García cuenta angustiada que van «en picado». «Es una pena que nos dejen a nuestra suerte. Abrimos siendo conscientes de que no sacaremos para mantenernos, pero es nuestra forma de vida», remarca pidiendo al Gobierno regional que reflexione y permita abrir las estaciones. «Queremos que nos comprenden, dependemos de las estaciones y lo único que queremos es trabajar. Los clientes cumplen con las normas y nosotros, también. No vemos mayor peligro que en otros sectores ya abiertos», subraya esta hostelera.

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