Hurras y bastones de esquí en alto para despedir a 'Gelito' en Pajares

Lo marca la tradición; suele ser los viernes, cuando los alumnos acaban el curso de esquí. Todos, al unísono, elevan sus bastones al aire y gritan tres hurras por el esquí. Ayer por la tarde, numerosos bastones se elevaron al cielo junto al cementerio del pueblo de Pajares, en Lena, para despedir con tres hurras a Ángel González de Lena, 'Gelito'. De este modo, como él solía despedir a todos los discípulos de la escuela de Valgrande, cientos de personas le dieron su último adiós.

'Gelito' fallecía el sábado en su domicilio de Pola de Lena, donde residía últimamente aquejado de una grave enfermedad. Ayer, en su casa de Pajares -pegada a la carretera del puerto, la N-630-, numerosas personas se agolpaban en su puerta para trasladar las condolencias a su mujer, Rafaela Sánchez -rota de dolor-, y a su familia. Poco antes de las cuatro de la tarde llegaba el coche fúnebre del tanatorio de Murias, en Mieres, hasta la iglesia de San Miguel. Allí, seis miembros de la Asociación de Veteranos de la Compañía de Operaciones Especiales, COE 72, hicieron un pasillo, se cuadraron e hicieron un solemne saludo militar.

Fueron ellos quienes introdujeron el féretro en el templo y, con posterioridad, recorrieron el camino hasta el cementerio de la población. «Estamos completamente destrozados; era una gran persona», señalaba el presidente de este colectivo, César García. 'Gelito' compartió años de trabajo en los años 60 con los 'Boinas Verdes'.

También, en esa década del siglo pasado, impulsó la escuela de esquí de Valgrande, junto con uno de sus socios, Fernando Menéndez, quien también fue director de la estación.

«Hemos vivido mucho juntos, ha sido toda una vida con 'Gelito'; los dos nacimos aquí, nos criamos juntos. Empezamos con el esquí como podíamos entonces. No había medios, los esquís no existían casi aquí. Y después ya anduvimos por muchos sitios, por las pistas de Francia o Austria; llegamos a ser campeones».

Monitores de la escuela de Pajares, liderados por Toño 'El Pirata' Álvarez, seguían el camino que recorría el féretro como una procesión. Tras ellos, familia, amantes del esquí, vecinos y amigos de 'Gelito' que llenaron las calles del pequeño pueblo para la despedida.

Fue uno de los miembros de Los Galgos, impulsores de Pajares y embajadores del esquí de fondo en Europa en los años 60. Siempre se caracterizó por su defensa a ultranza de la estación invernal y de que ésta recibiera inversiones. Vivió el nacimiento de esta instalación gracias a Chus Valgrande en 1957 y su vida siempre estuvo vinculada a sus pistas, donde fue director de la escuela de esquí.

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