La Nochevieja se adelanta en Mieres para los niños

La tradicional Nochevieja infantil de Mieres se celebró ayer con una gran número de pequeños que acudieron muy abrigados, pero con la ilusión de disfrutar de una animada fiesta para despedir el año por adelantado. Esperaron pacientes, junto a sus padres, a comerse las gominolas que hacen las veces de uvas, unas horas antes de la media noche para no alterar sus horarios.

La mascarilla fue una de las protagonistas, ya que resultaba complicado llevarla bien puesta y soplar los matasuegras o silbatos. Los hubo que quisieron ponerse elegantes para la ocasión, como es el caso de Alexey Fernández, de cinco años, que lució orgulloso su corbata de animales. «Me gusta mucho», decía mirando a su madre mientras se la sacaba por encima del chaquetón.

Resguardados del frío, y acatando, bajo la supervisión de padres y abuelos, las normas contra la covid, los más pequeños disfrutaron de una jornada dedicada íntegramente a ellos, donde no faltó la minidisco y el taller de cócteles sin alcohol. Todos esperaban ansiosos el cotillón y las uvas de la suerte al son de las doce campanadas que sonaron en torno a las ocho de la tarde. Minutos después la fiesta se fue diluyendo con la alegría de la celebración reflejada en el rostro de los pequeños.

Esta es sin duda una de las propuestas para los más pequeños de la casa que más gusta, aunque también a los padres. «Disfrutamos juntos de esta Nochevieja hecha a su medida porque normalmente el día 31 no suelen aguantar hasta las campanadas, y aquí podemos bailar juntos. Venimos desde hace tras años y esperamos seguir haciéndolo» , decía Maika Menéndez.

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