Aspecto de la iglesia tras retirar el recubrimiento de la piedra. E. C.

La iglesia Soto de Agues recuperará su imagen tras una reparación fallida

El Ayuntamiento de Sobrescobio obliga a dar marcha atrás en las obras al querer dejar la fachada del templo, de 1805, con piedra vista

MARTA VARELA

SOTO DE AGUES.

Lunes, 30 de agosto 2021, 01:44

La localidad coyana de Soto de Agues conserva buenos ejemplos de la arquitectura tradicional. Hórreos y casas de piedra dibujan un paisaje en el que ... destaca la iglesia de San Andrés, que data de 1805. La reparación de este templo, de estilo historicista construido por el maestro Manuel Secades y sufragado por los vecinos del pueblo, ha generado división de opiniones en este idílico enclave en el parque natural de Redes.

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Todo comenzó cuando ante el deteriorado estado de la pintura exterior de la iglesia los feligreses decidieron hacer obras para su mejora. La decisión adoptada no fue la adecuada. En parte por el desconocimiento histórico sobre la construcción. Guiados por las numerosas construcciones de piedra vista que hay en del pueblo, los fieles decidieron descubrir la piedra del templo con la idea de dejarla «más bonita», explican algunos vecinos.

Contrataron a un albañil del concejo y se pusieron manos a la obra. Así, la piedra comenzó a dar una nueva imagen al templo. «A muchos vecinos nos gustaba, se parecía más a las casas del pueblo antiguas», dicen. Otros, en cambio, más conscientes de que se podría estar alterando la fachada original, pusieron estas obras en conocimiento del Ayuntamiento de Sobrescobio.

El desconocimiento de que tales obras se estaban produciendo llevó a dos concejales del equipo de gobierno a personarse en el lugar para recabar información. Tras percatarse de las obras y observar, que sin contar con el preceptivo permiso de obras, se había comenzado a retirar la carga y descubrir la piedra hicieron ver a los vecinos responsables de los trabajos su error. No se han detectado daños.

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Una vez trasladado, los vecinos se ofrecieron de inmediato a enmendarlo. Se comprometieron a suspender los trabajos iniciales y a comenzar a devolver la iglesia su estado original recubriendo de nuevo la piedra.

Sufragar las obras ahora

Desde el primer momento reconocieron que no sabían que la imagen de la iglesia no podía alterarse porque, subrayaron, pensaban que el templo originariamente pudo tener la piedra vista. «Nada más lejos de su intención que dañar la iglesia. Son los feligreses quienes más la cuidan. Tan solo pensaban que estaban haciendo bien las cosas», apunta una vecina para quien «la iglesia está mucho más guapa de piedra. Pero si no se puede, ya está».

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Ahora el presupuesto de la obra se ha incrementado y los responsables temen no poder afrontar los gastos, por lo que se ha abierto una cuenta para aquellos que quieran colaborar en sufragar la devolución del templo a la imagen que tenía.

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