Solo el 10% de la población de las cuencas mineras son menores de 15 años

Mientras la región afronta el paulatino despoblamiento de muchos de sus concejos, la pirámide poblacional de las cuencas mineras asturianas sigue presentando muchas arrugas en el mapa demográfico del Principado de Asturias. Podría decirse que los niños son un bien escaso tanto en el Nalón como en el Caudal. Hay pueblos en los que al pasear pos sus calles casi es más habitual cruzarse con una mascota que con un niño. Una clara consecuencia de una década con la tasa de natalidad más baja de España que ha dejado a las comarcas mineras asturianas casi en números rojos.

De sus 134.795 vecinos, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 11.023 de los habitantes tienen menos de 15 años, un 10% del total. Solo dos de los diez concejos, Laviana y Langreo, superan ese porcentaje. La media del resto de municipios se sitúa entre en 4,04% del concejo de Caso (en el Nalón) y el 9,23% de Lena (en el Caudal).

Unos números que justifican que la imagen de la gran mayoría de los parques de las principales poblaciones estén llenos de gente cuya edad supera los 65 años, y muchos de ellos acompañados por cuidadores. Es el retrato de una población que lleva años envejeciendo. Y es que por cada crío en las cuencas hay 3,6 mayores de 65 años.

Son los concejos rurales los que más sufren están desigualdad en lo que a edades se refiere. Caso y Sobrescobio, en la cuenca carbonera del Nalón, son los más afectados en este sentido. Entre ambos no llegan a los 1.000 menores de 15 años. Cifras cuyos ayuntamientos pretenden minimizar aplicando políticas enfocadas a atraer parejas jóvenes para que se queden a vivir. De hecho, en el caso de Sobrescobio está a la espera de poner en marca la primera escuela de 0 a 3 años, ubicada en la localidad coyana de Rioseco. Mientras, en el Caudal es Morcín el municipio con una mayor población infantil, que supone un 9,8 del total; viven en el municipio 253 niños.

En el otro extremo de esta curva figura Caso, que registra el mayor porcentaje de mayores de 65 años de las cuencas: son el 48,83% de su población. En gran medida, como consecuencia de la mayor esperanza de vida de sus vecinos, ya que más de un centenar de ellos sobrepasan los 85 años. En el resto de municipios mineros la población mayor representa como mínimo un tercio del total de vecinos. A Caso le sigue con un 29,45% de sus vecinos por encima de los 65 años Aller (Caudal). En todos la media de edad de sus vecinos se acerca a los cincuenta años.

Una cifras de población que hacen trabajar a sus consistorios en dos perspectivas muy diferentes, por un lado con políticas enfocadas a aumentar la natalidad, y por otro aplicando medidas que faciliten a los mayores el día a día. Así centros educativos de calidad y centros sociales serían los equipamientos más demandados, que deben estar respaldados por políticas encaminadas a asegurar un empleo estable para el resto de vecinos, así como buenas comunicaciones y servicios. Porque vivir más años es positivo, pero tiene consecuencias sociales y económicas que ponen en peligro la sostenibilidad.