La DGT prohíbe que los patinetes eléctricos circulen por las aceras

Los patinetes y los monopatines eléctricos o los segway, como vehículos de movilidad personal (VMP), ya cuentan con una normativa para uso que fija unas sanciones para los infractores que oscilarán entre los 100 y los 1.000 euros. Ante el bloqueo legislativo y hasta que sea posible aprobar la reforma del Reglamento General de Vehículos, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado una instrucción transitoria que define estos aparatos y está dirigida a usuarios, ayuntamientos y agentes de la autoridad.

Tráfico define al VMP como un vehículo «de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos con una velocidad máxima por diseño comprendida entre los 6 y los 25 km/hora». Los que no pasen de 6 km/hora están considerados juguetes. Los VMP no tendrán que ser matriculados, su conductor no necesitará un permiso administrativo y no necesitarán un seguro obligatorio de accidentes. Por ello, si su usuario incurre en una infracción no se le detraerán puntos del carné de conducir.

No están considerados VMP los vehículos sin sistema de autoequilibrio y con sillín -tipo patinete-, los concebidos para la competición o los vehículos para personas con movilidad reducida. También están excluidos de esta norma los patinetes con asiento, los ciclos de motor o los ciclomotores de dos ruedas, que sí requieren carné, matrícula, póliza de seguro y casco. La instrucción de la DGT establece criterios básicos sobre los «comportamientos sancionables», pero deja otros a regular por los ayuntamientos. Así, los VMP y demás «vehículos ligeros propulsados eléctricamente» solo están autorizados a transportar a una persona -el conductor-. La multa será de 100 euros.

Todos estos usuarios «tienen la obligación» de someterse a los controles de alcohol y drogas. Serán sancionados con la misma cuantía como si condujeran otro vehículo. Si se sobrepasan las tasas del alcohol permitidas, las multas serán de 500 a 1.000 euros -en función de la alcoholemia- y si hubiesen tomado estupefacientes la sanción será de 1.000 euros. Si se niegan a someterse a las pruebas, «en principio y salvo que la Fiscalía competente de la provincia pueda establecer otros criterios para imputarlos» por un delito contra la seguridad vial, serán denunciados como infracción administrativa.

La DGT también prohíbe que a los conductores de los VMP el uso del teléfono móvil o cualquier otro sistema de comunicación cuando circulan. Aquí se incluye la prohibición del uso de auriculares conectados a receptores o reproductores de sonido (200 euros de multa). Se prohíbe de manera tajante que los VMP circulen por las aceras o zonas peatonales. De ello se excluyen a los monopatines y patinetes sin motor o aparatos similares que se muevan a una velocidad similar al paso de las personas. La multa será de 200 euros, aunque deja en manos de las ordenanzas municipales posibles matizaciones a esta infracción.

La normativa considera «conducción negligente» que el VMP circule por la noche sin alumbrado, sin prendas o elementos reflectantes; igual que los ciclistas (200 euros de multa).

Respecto al uso de casco y otros elementos de seguridad, Tráfico deja el asunto en manos de los ayuntamientos hasta que sea fijado en la reforma del Reglamento de Circulación. Pero advierte de que si la ordenanza obliga usar casco, la multa debe ser de 200 euros.

También serán los ayuntamientos los que establezcan las prohibiciones sobre estacionamientos; la DGT «aboga para que la acera sea del peatón». Si los infractores son menores de 18 años, serán los padres o tutores los que respondan de la multa.