«Impresiona ver orcas tan cerca»

Se encontraban a una milla de la costa, en la bahía de Lastres, cuando dos orcas se acercaron a su embarcación de recreo. Ese encuentro, curioso pero no inédito en aguas del Cantábrico, se produjo este martes y sus protagonistas fueron Miguel Álvarez y Ayesa López, residentes en Caravia. Aprovechando la tregua del tiempo habían salido a navegar y fue en torno a las dos de la tarde cuando vieron como los cetáceos pasaban junto a su barco. «Impresiona verlas tan cerca, una pasó pegada a la lancha», cuenta Álvarez. Su tamaño, indica, era similar al del barco, de 4,40 metros de eslora. Uno de los ejemplares era mayor y el segundo era más pequeño, lo que les llevó a pensar que se trataba de su cría. Pese a la inquietud inicial por «no saber las intenciones», la pareja vivió el encuentro con tranquilidad e incluso lo documentaron con el móvil. «Alguna ballena ya habíamos visto antes», explica Álvarez.

Desde la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma) , Luis Laria confirma que el ejemplar grabado frente a Lastres se trata de una orca y que al Cantábrico llegan por «pautas alimenticias», especialmente en busca de atunes. En esa zona no se han visto últimamente esos peces, pero sí en verano, explicó Miguel Álvarez.

En todo caso, ya había registros previos de la presencia de orcas en costas asturianas, si bien «no son muy abundantes», dijo Laria. Se da la circunstancia de que en el Estrecho y en Galicia se han estado produciendo encuentros con embarcaciones que se han saldado con daños materiales. La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) –homóloga en Galicia del Cepesma– impulsó la creación de un grupo de observación que sigue los comportamientos de las orcas. En él participan más grupos de España y Portugal, entre ellos el Cepesma. Alfredo López, del Cemma, explica que las orcas comenzaron a verse en julio del año pasado en el Estrecho y se trasladaron después a Galicia, para regresar de nuevo más tarde al sur.

Luis Laria explica que en caso de encontrarse con una orca «hay que tener sensatez», pues «a un velero lo puede destrozar». No obstante, recuerda que no se debe «crucificar» a los cetáceos, pues «ningún animal del planeta tiene interés en el ser humano». Cuando se dan los ataques, abunda, responden a «un sistema de memoria». Si «por alguna razón un barco le pasa por encima o le da un golpe, le coge tirria». Según lo observado hasta la fecha, los daños más habituales son en el timón, especialmente de veleros. «Estamos intentando saber las circunstancias que se dan y hasta qué grado tiene la culpa el ser humano», apunta Laria.

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