«Eran como de la familia», afirma la dueña del taller

No solo las banderas a media asta mostraban ayer la conmoción que se apoderó de los concejos de San Tirso de Abres y de Vegadeo. El primero lloraba la pérdida de tres jóvenes «con un comportamiento y una actitud ejemplar y educada», apuntó la alcaldesa de San Tirso de Abres, Goretti Quintana. «Es un día muy triste y lo será hasta que nos repongamos de esta pérdida de unos jóvenes que pasaban sus días entre nosotros por motivos de trabajo».

En su empresa, Talleres Julio, su jefa, Toñi, aún era incapaz de digerir la fatal noticia. «Eran como de la familia, nos llevábamos muy bien», acertó a decir sin poder ocultar su pena. Entre lágrimas, recordó que el mediodía del viernes, los jóvenes le habían invitado a comer, pero ella rechazó su invitación y optó por quedarse. «Estamos rotos», confesó la jefa de los fallecidos.

En Vegadeo, también se llora la tragedia por dos vecinos: Carlos Murias y Nicolás Andrés Carbonel. A éste último se lo conocía como 'Nico'; nació en Uruguay y todavía era poco conocido en el lugar, pues se había instalado recientemente junto a su pareja procedente de la provincia de Lugo. Murias, en cambio, contaba con un mayor arraigo. «Era un chico muy callado, trabajador y muy humilde», dijo César Álvarez, alcalde de Vegadeo del más joven de los fallecidos, del que destacó sus dotes como jugador de bádminton.

Hoy, a las 12.30 horas será el funeral de Nicolás Andrés en la iglesia parroquial de San Esteban de Piantón. Por la tarde, a las 18 horas, será el sepelio de Carlos Murias, en la Iglesia Parroquial de San Luis de Balmonte. En Lugo tendrá lugar el entierro de Andrés Pardo, a las 18.30 horas en la iglesia parroquial de San Lorenzo de Muxueira, Riotorto.