Las familias temen cambios más drásticos en el calendario escolar

En mayo de 2015, la junta de personal docente, esto es, todos los sindicatos educativos, pusieron sobre la mesa un novedoso debate: la posibilidad de cambiar el tradicional modelo de calendario educativo, basado en tres grandes periodos lectivos con otros tantos de vacaciones, y pasar a uno con cinco periodos. Era algo completamente nuevo en España, aunque no en otros puntos de Europa. Hablaban del 'modelo pedagógico', que permite acortar los periodos lectivos y hacer más asumibles los trimestres, en ocasiones excesivamente largos. Aquel año, el debate se pospuso porque era precipitado para aplicarlo el curso siguiente. Desde entonces ha estado sobre la mesa, pero las posturas parecen cada vez más alejadas.

En esta ocasión, se ha optado por un modelo que las familias consideran «híbrido». Esto es, se mantienen las tres vacaciones principales (Navidad, Semana Santa y verano), pero se introducen dos descansos más, para que haya parones cada mes y medio y dar «un respiro al alumnado y al profesorado». La propia directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, Lydia Espina, destacó que se había logrado por consenso, pero lo cierto es que pocos salieron contentos de la reunión.

Especialmente las presidentas de las dos federaciones de familias. Por un lado, Clara Díaz, presidenta de la federación Miguel Virgós, de la escuela pública, y por otro, Desireé Fernández, de la concertada. Ésta última lo dejó muy claro: «Estamos totalmente en desacuerdo con esos puentes».

Pero, tras años de pelea, Clara Díaz se muestra «agotada» del tema y teme que los sindicatos «lo acaben consiguiendo después de tanto insistir». No ha dejado de decirlo en los últimos años: «Hablemos de conciliación, y cuando haya una política real de conciliación, cuando eso esté solucionado, entonces podremos debatir lo que quieran sobre el modelo pedagógico. Mientras tanto, aquí las que aguantamos somos las familias».

Díaz es también contraria, como Desireé Fernández, a alargar los puentes. Según el calendario aprobado, habrá dos 'macropuentes'. En el puente del 1 de noviembre, que es lunes, se han sumado el viernes 29 de octubre y el 2 de noviembre. Resultado: cinco días sin clase, incluyendo el fin de semana. Parecido lo que sucederá en Antroxu, donde serán no lectivos el viernes 25 y lunes 28 de febrero y el martes 1 de marzo. Otros cinco días. En el caso de diciembre, también sucederá, añadiendo el martes 7 a los festivos del 6 y el 8.

«Si lo que quieren es que los alumnos descansen, que pongan como no lectivos un viernes o un lunes cualquiera, pero no esto», insiste la representante de las familias. «El que marca la tónica es Trabajo», añade Fernández, «y desde ese ministerio no tenemos ninguna ayuda». «Ya está bien, que no tensen más la cuerda. ¿No creen que las familias ya llevamos aguantando mucho? La gente se las ve y se las desea para un puente normal, así que para esto...» La presidenta de la Miguel Virgós considera que se están dando «pasos atrás que va a costar mucho recuperar».

En la mente de todos, para bien o para mal, Cantabria. Allí copiaron el modelo de calendario que había propuesto la junta de personal docente asturiana. Recientemente, su federación de asociaciones de padres ha criticado que no se les haya tenido en cuenta en la aprobación del calendario del próximo curso, que estará dividido en cinco bimestres.