1.020 envases reciclados en siete días

La importancia de reciclar nadie la discute hoy día, pero los agentes sociales y económicos no se detienen en su interés por generar estímulos para que la gente contribuya al cuidado del planeta. Y en este papel, captar para la causa a los niños del hoy resulta fundamental para garantizar resultados positivos en el futuro. A este reto se enfrenta Total Energies en cooperación con la agencia de publicidad Cares NVI, que diseñó un mecanismo para incentivar el reciclaje en los mayores y despierta pasiones en los más pequeños. Con tres máquinas distribuidas por todo el recinto Luis Adaro, todo aquel que deposite un envase recibirá un neceser de regalo por su acción, más un sombrero por el mero hecho de visitar el estand de Total Energies.

Hasta el momento, parece que la iniciativa funciona. En solo una semana se ha superado el millar: 1.020 envases reciclados. «No tenemos el dato de otras ediciones pero la percepción general es de que esta iniciativa ha conseguido batir récords», explicó ayer Álvaro Camacho, miembro de Cares NVI y uno de los principales responsables de que esta idea se haya conseguido llevar a cabo.

Fue el pasado jueves 12 cuando se alcanzó el mejor dato desde que inició el certamen. En solo un día, se reciclaron 246 envases, «una cifra que difícilmente se conseguiría si no fuera por el trabajo realizado por Total Energies».

Los resultados son tan buenos que no ha sido necesario realizar una campaña de captación para que la gente recicle en las máquinas de Total Energies. «Ellos lo hacen sin que les presionemos en exceso. No obstante, a quienes acuden a nuestro puesto les damos a conocer la iniciativa porque sería una lástima que hubiera gente que no se sumara a la causa por no haberse enterado», apuntó Álvaro Camacho.

De esta función se encarga Candela Correas, quien, siempre sonriente, explica a la gente en qué consiste este proceso de reciclaje que tiene premio. «Todo el día estamos comentando esta posibilidad que en general es muy bien recibida», indicó a este periódico.

Desde luego que, a tenor de la gente que se encuentran en las respectivas máquinas, da la sensación de que así es. Desde que comenzó el evento, ha sido imposible acudir a las máquinas y que no hubiera gente. «Lo mejor es que al ser una acción rápida tampoco se generan colas», matizó.

Y aunque, como recalcó Aida Prado, «el mejor premio es preservar el planeta en el que vivirán sus hijos», no ocultó el rostro de felicidad al ver a su hija Jara Rodríguez entusiasmada a la espera de recibir su obsequio. De tal forma, su padre, Roberto Rodríguez, recalcó que al recibir algo a cambio, «se les induce la idea de que están haciendo algo positivo para la sociedad», reflexionó.

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