La Feria: 741.014 visitantes de récord y la mejor cifra de negocio de la historia
La edición de la recuperación y el «entusiasmo redoblado» baja el telón con los deberes hechos
La meta es lograr que cada año se celebre «la mejor edición de la Feria de la historia». Con ese fin trabaja la Cámara de Comercio, y no le tembló ayer la voz a Álvaro Alonso al afirmar, con satifacción, que la 65 Feria Internacional de Muestras de Asturias lo fue. La mejor de la historia, sin duda, en cuanto a afluencia: durante los dieciséis días que duró el certamen visitaron el recinto 741.014 personas, una cifra que supera en 16.700 personas el récord histórico hasta la fecha, los 724.314 asistentes a la edición número 63. Y eso que para la Cámara el número de visitantes «no es una obsesión».
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«El objetivo fundamental por el que se impulsa la Feria es la dinamización de la vida económica y que los expositores , que son los verdaderos protagonistas, vean cumplidas sus expectativas desde el punto de vista del negocio y la exposición de sus productos», remarcó Alonso. Algo que se logró con creces durante los dieciséis días que duró el ferial, en el que «con carácter general se superó la cifra de negocio de 2019 y no solo por la inflación». Cabe destacar que la Feria representa «medio punto del PIB de Asturias». Más de dos mil marcas repartidas en 700 estands y entre 2.800 y 3.000 trabajadores vieron este año cómo la respuesta de los visitantes fue «muy generosa, sobresaliente y además muy continuada y constante durante los dieciséis días», lo que tuvo su reflejo tanto en los negocios cerrados in situ como en los contactos que permitirán que la estela de la Feria se alargue durante meses.
Todo ello sin aglomeraciones, puesto que aunque se decidió mantener los días específicos, como el del Banco SabadellHerrero, la decisión de permitir que las invitaciones pudieran emplearse durante cualquier día del certamen «resultó muy positiva para repartir los visitantes». Así, las media de afluencia diaria fue de 46.315 personas, siendo las jornadas más exitosas los días 7, 13 y 14 de agosto, aunque por escasa diferencia. Otra de las medidas que el director de la Fidma considera exitosa fue la transformación de algunos estands de hostelería en terrazas para facilitar por un lado la atención a los visitantes y su comodidad. Ambas medidas, vinculadas inicialmente a la pandemia pero que han llegado para quedarse, «ayudaron muchísimo: incluso en los momentos de mayor afluencia la visita y el paseo dentro de este gran espacio ajardinado que es el recinto ferial eran muy cómodos».
Otro de los aspectos que destacó en su balance el director de la Feria es el importante peso de la «riquísima agenda institucional, con casi 120 actos que han convertido a la Feria de Muestras en el altavoz de la vida empresarial, económica, social, cultural, académica, deportiva y de ocio de Asturias, que ha alimentado ese círculo virtuoso y completa y enriquece la Fidma».
En esta 65 edición de vuelta a la normalidad detectó Álvaro Alonso «un impulso renovado por parte de todos, expositores, ciudadanos e instituciones que se palpaba en los días previos al acto de inauguración». Y esa «ilusión renovada es algo que se ha ido constatando en el día a día de la Feria, con ese número de visitantes y la cifra de negocio, contactos comerciales y actos institucionales».
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«Gran éxito»
Ese impulso se percibió en el esfuerzo extra por parte de los expositores para llevar novedades al ferial -«aquí se pueden conocer los últimos productos y servicios del mercado»- y volver a convertirlo en «esa gran ventana de Asturias al mundo» y también en la presencia de nuevos expositores. Institucionales, como el el esperado regreso del Ayuntamiento de Oviedo y el de Llanera; empresariales, como es el caso de ArcelorMittal «que volvió con esa esa maqueta magnífica del proceso siderúrgico».
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Asimismo, recalcó la consolidación de otras marcas de reciente incorporación, como TotalEnergies, sin olvidar a «las pymes y empresas más pequeñas». «Todos ellos nos trasladan, por un lado, la exigencia que supone el trabajo continuado durante estos dieciséis días y por otro, que su expectativa se ha visto plenamente colmada. A esa exigencia se une una evidente satisfacción, porque la Feria es tremendamente gratificante para quienes trabajamos en ella».
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Álvaro Alonso expresó asimismo su agradecimiento «a la confianza depositada en mí por Félix Baragaño y la Cámara para poder formar parte de esta Feria que es patrimonio del conjunto de los asturianos», así como a expositores, instituciones, visitantes y medios de comunicación, que se han volcado en hacer de esta 65 edición de la Feria el gran éxito que ha sido».
Baja el telón la Feria de la definitiva recuperación, la ilusión compartida y el entusiasmo redoblado y toca estudiar los datos e impresiones recogidas a lo largo de estos dieciséis días. «Ahora, de una manera sosegada y rigurosa, como es el modo de trabajo de la Cámara de Comercio de Gijón, se analizará el desarrollo de esta Feria para tomar decisiones de mejora». Siempre con la mira puesta en superarse para que la próxima Fidma, la número 66, sea «la mejor de la historia».
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