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Miguel Ángel Crespo. E. C.

La Fiscalía pide prisión provisional sin fianza para la pareja del preso fugado

La Guardia Civil intensifica la búsqueda de Miguel Ángel Crespo, que podría haberse escondido en los montes entre Cabranes y Villaviciosa

A. G.-OVIES / R. MUÑIZ

GIJÓN / CABRANES.

Martes, 2 de noviembre 2021, 01:20

Una semana ha pasado desde que Miguel Ángel Crespo se fugase de la cárcel de Mansilla de las Mulas (León) aprovechando una salida para limpiar un cementerio cercano. La Guardia Civil sigue de cerca sus pasos entre Cabranes y Villaviciosa, si bien sus conocimientos de la zona están dificultando las labores para dar con su paradero. No es el caso de su pareja, Elena S., que lleva detenida desde el sábado tras ser localizada caminando por la carretera de Amandi (AS-255). Un operativo del que el preso logró escapar al internarse en una zona boscosa.

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La Fiscalía solicitó ayer el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de la mujer al considerar que existe riesgo de fuga. Se le acusa de ser autora de un delito de robo con violencia, aunque «esta calificación podría variar a lo largo de la instrucción del procedimiento».

Su currículum penitenciario habla por sí solo. Hasta la semana pasada llevaba acumulados diez años de cárcel, cumpliendo condena por tres delitos: uno por homicidio, por el que le cayeron ocho años; otro por robo con violencia, que se penó con cinco años, y el tercero por falsificación de documentos, que añadió cuatro meses más de castigo.

Su periplo carcelario la llevó a Mansilla de las Mulas en abril de 2018 y del centro había salido teóricamente para disfrutar de un permiso que se acababa el domingo. Le quedaban aún tres años para saldar sus deudas con la Justicia, por lo que todo apunta a que aprovechó la licencia para fugarse junto al asturiano.

Su escapada finalizó el sábado a las siete de la mañana cuando la pareja fue avistada caminando por la carretera de Amandi, en Villaviciosa. Una patrulla de la Guardia Civil se personó en la zona, pero Crespo logró escapar por una zona arbolada.

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Su pareja no tuvo tanta suerte. Intentó despistar a los agentes escondiéndose en el Llagar Cortina, donde la encontraron y le solicitaron que se identificase. Tras negarse, registraron sus pertenencias y comprobaron que no llevaba documentos de identidad.

La trasladaron a la Comandancia de Gijón para tomarle las huellas dactilares, a la vez que efectuaron «numerosas gestiones» tanto con la Guardia Civil, como con la Policía Local de León para completar su historia.

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El operativo no debió asustar a Crespo, que solo unas horas después decidió parar a tomar un café en un bar de Villaviciosa. Minutos antes había pasado por un estanco para hacerse con cuatro cajetillas de tabaco, las cuales pagó con monedas de dos euros. Tras disfrutar del desayuno solicitó un taxi que lo llevó a la zona de Rodiles, donde su expareja tiene una autocaravana, que ya usó como refugio en una fuga anterior.

Los clientes del local dieron aviso a la Guardia Civil, pero a pesar de la colaboración del taxista no lograron localizarlo. Aún así, mantienen en alerta todo un dispositivo para el que se han llegado a movilizar helicópteros y perros para seguir las pistas. Se sospecha que sigue escondido en alguno de los montes entre Cabranes y Villaviciosa.

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Miguel Ángel Crespo se escapó de la cárcel leonesa aprovechando una salida para limpiar un cementerio. Dos días después robó un coche a un octogenario, un Peugeot 306 con el que se trasladó a Asturias. Quienes lo conocen advierten de que cogerlo no será fácil. Conoce muy bien la zona, sabe por dónde moverse y podría estar recibiendo ayuda de antiguos amigos. Varios son los vecinos que lo han visto en los últimos días, pero no hablan «por miedo o por no meterse en problemas».

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