Fomento reformará los nueve enlaces y cruces más peligrosos de Asturias

Lleva desde 2008 el Ministerio de Fomento dándole vueltas a un proyecto para reformar las nueve intersecciones que sus técnicos ven más peligrosos y de mejora asumible. Tras madurar diseños, lograr vistos buenos y superar trámites ambientales el departamento parece ir en serio esta vez. Ayer elevó al Boletín Oficial del Estado el anuncio con el que empieza a pasar de las musas al teatro de las expropiaciones. Los trabajos que están por venir exigen enajenar 31 parcelas en los concejos de Oviedo, Mieres, Parres, Siero y Coaña. En total 8.948 metros cuadrados cuya incautación se practicará ahora «por el procedimiento de urgencia» y que tiene entre los afectados a particulares, industrias, consistorios y el propio Arzobispado.

Dos de las obras de mejora intentarán suavizar las formas actuales del acceso que desde la ronda de Oviedo desemboca en la rotonda entre el colegio Fozaneldi y el Hotel Santo Domingo. La actual vía se estrecha y retuerce entre la autovía y el tramo más urbano y la obra proyectada ampliará la calzada. Registra cada día 31.398 circulaciones, según las últimas estadísticas, lo que le sitúa como la actuación que más repercutirá en el tráfico de la región.

El resto de reformas atañen a las Nacionales 625, 630 y 634 cerca del Hospital de Jarrio, Cangas de Onís, la térmica de La Pereda y Granda, entre otros cruces. En los casos en los que ya hay glorietas partidas se plantea cerrarlas para evitar el incremento de atención que exige al conductor saberse en una intersección con incorporación de otros usuarios. Donde hay solo viales y salidas con cruces y señales de Stop, se va a una solución en rotonda. Son diseños que obligan a ocupar los terrenos colindantes.

La fórmula elegida para desbloquear las mejoras ha sido incluirlas dentro de un plan nacional de mejora de tramos de concentración de accidentes. Esta es la terminología que aplica Fomento siguiendo los parámetros europeos. Antes se guiaba por los 'puntos negros', que lo son por tener varios siniestros en el mismo lugar. El tramo de concentración de accidentes identifica sin embargo los lugares donde a lo mejor se dan numéricamente pocos choques, pero resultan excesivos si se ponen en relación al tráfico que tiene el lugar.

La primera vez que se presentó el programa para ir remediándolos fue en 2009 y entonces el ministerio anunciaba que allí donde encontrarse que se estaban produciendo más siniestros de los esperados por el volumen de tráfico soportado plantearía modificaciones de trazado, reordenación de acceso y refuerzo en las señalizaciones.

El tiempo transcurrido en madurar las obras las ha terminado ampliando y encareciendo. En 2008 se les suponía una inversión de 2,85 millones pero los años que pasaron con el proyecto en el cajón obligaron a actualizar precios y diseños para acomodarlos a una legislación cada vez más exigente. El Presupuesto General del Estado reservaba el pasado año 4,2 millones. Ahora la documentación que acompaña al aviso de expropiaciones eleva a 4,54 millones el esfuerzo y anticipa que el constructor al que se confíe el proyecto dispondrá de 18 meses para materializar las nueve mejoras. En una respuesta a Ignacio Prendes, el diputado nacional de Ciudadanos, el ministerio anticipaba hace un año que todas las obras irían en un solo contrato «sin que esté previsto priorizar ninguna de ellas por separado».